El concierto de Marco Antonio Solís, producido por RPM, tuvo de todo menos aburrimiento y desperdicio. Con un lleno total, el Jockey Club del Paraguay vibró al ritmo de los clásicos que demostraron una versatilidad y dominio del escenario, haciendo que los presentes bailen, canten, lloren y más de uno rinda tributo al amor.
Cuatro artistas, un corazón. El montaje del Jockey fue imponente. El público se prestó y se comportó a la medida, al igual que las condiciones de seguridad del sitio. Los portones se abrieron a las 18:30, pero desde el mediodía ya se podía ver a una gran cantidad de personas esperando para ingresar al espacio y conseguir los mejores lugares.
Nuestra compatriota Aye Alfonso deslumbró con un look completamente renovado, más romántico y sobrio. Su repertorio también mostró cambios que los presentes aplaudieron. Uno de los temas más coreados fue Tiempo perdido , canción lanzada el año pasado por Alfonso, de su autoría. Con la ganadora de Factor X España se festejó al amor y se lloró el mal de amores.
Pasadas las 20:45 le tocó el turno a la cantante Mar Solís, quien brindó un show de aproximadamente cincuenta minutos.
La espera terminó y llegadas las 21:30 subió un Marco Antonio Solís ataviado con un implecable traje y su energía desbordante, la cual es su mayor carta de presentación.
Temas como Sin pensarlo, Tú me vuelves loco, Tu cárcel, ¿Adónde vamos a parar?, Cuando te acuerdes de mí, El perdedor, Mi eterno amor secreto, La venia bendita, ¿Dónde estará mi primavera?, fueron algunas de las interpretaciones del cantante mexicano en las casi dos horas de show.
El broche de oro lo puso el colombiano Jorge Celedón con una variedad de vallenatos para poner en hielo el corazón y cantar a todo pulmón Cuatro rosas, No puedo olvidarte, Ay hombre, Qué te vaya bien, entre otros.
Solís y Celedón compartieron escenario con la canción Y ahora te vas, causando el éxtasis máximo en los presentes. Sin lugar a dudas, todos los asistentes se llevarán un recuerdo que perdurará en el tiempo.