El ex ministro de Hacienda y economista Manuel Ferreira habló este viernes a través de Radio Monumental 1080 AM sobre los desafíos que deberá afrontar el próximo presidente que asuma al frente de la República del Paraguay.
En la ocasión, abordó la cuestión del déficit que atraviesa actualmente Paraguay, debido a que sus gastos son mayores que los ingresos, por lo que enfatizó en que el desafío principal del nuevo jefe de Estado será no seguir acrecentando los gastos rígidos y evitar mayor deuda pública externa.
“Los gastos principales son el salario y los gastos vinculados al salario (gastos rígidos). Vas desde la fuente 1 hasta la fuente 3 más o menos, donde tenés los ingresos del Estado, los gastos de movilidad, de combustible y otros. Este es el gasto más grande del Estado”, expresó.
Asimismo, señaló que, de los USD 8.000 millones del Presupuesto General de la Nación (PGN), cerca de más de USD 4.000 millones son destinados a pago de sueldos en la función pública, lo que por mes implica al Estado unos USD 450 millones.
En ese sentido, recordó que durante la emergencia sanitaria por el Covid-19 se usó una gran parte de la deuda de los USD 1.600 millones para pagar los salarios, debido a que no había ingresos suficientes para cubrir ese gasto rígido.
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Agregó que dichos egresos se inflaron y que hasta el año 2012 Paraguay tenía un modelo económico que generaba ahorro y un superávit fiscal, pero tenía casi cero de inversión.
No obstante, explicó que a partir de ese año, el modelo de Paraguay se modificó, debido a que se originaron los bonos soberanos y se comenzó a elevar la capacidad de inversión pública, lo que también se tradujo en deudas.
Al respecto, señaló que ese año (2012), tras la destitución de Fernando Lugo (2008-2012), el Parlamento decidió aumentar un 38% los salarios del sector público, por lo que de un ahorro de 1% del producto interno bruto (PIB) se pasó a un déficit del 1,7%, del cual “hasta hoy no podemos salir”.
“Nosotros fuimos atrayendo también interés internacional. Este es el impacto de la obra pública que empieza a realizarse desde ese año 2012, es el impacto de la deuda pública”, sentenció sobre el punto el economista.
“Paraguay hoy está pagando USD 500 millones en interés. Entonces, ese pago se vuelve un gasto rígido para el Estado. Si seguimos generando deuda, este número va a ir creciendo. No generar gastos rígidos es el desafío”, añadió.
Entretanto, señaló que el próximo presidente deberá pagar a corto plazo alrededor de unos USD 500 millones de interés por año. Especificó que el pago de interés anual al año 2021 fue de USD 438 millones y que se espera que para el 2023 el monto sume USD 50 millones más.
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Explicó que la deuda de la administración central de Paraguay actualmente está en USD 12.851 millones, que le corresponde a Hacienda, pero sumado a la deuda del sector público con las entidades descentralizadas sube a USD 14.400 millones.
Los desafíos del siguiente gobierno —añadió— serán reacomodar la salud pública, la educación y el tema jubilatorio, continuando con la gestión de obras, sin tener que acceder a nuevos préstamos o deudas externas.
“Seguir generando obras públicas y no generar gastos rígidos ¿Cómo se hace esto? Tenemos que generar transmisión y redistribución eléctrica. Tenés que pensar seriamente cómo reacomodar Salud, el sistema educativo y el sistema jubilatorio”, aseveró Manuel Ferreira.
Para lograr todo esto, citó como ejemplo que otros países comenzaron a ingresar capital privado en las obras públicas, como el caso de los cobros de peaje concesionados, a fin de que los costos de las rutas puedan ser cubiertos por empresas privadas.
Esto ya se viene implementando en Paraguay, por ejemplo, con el caso de la empresa Tape Porã, que administra y cobra los peajes en un tramo de la ruta PY02, bajo un régimen de concesión.
¿Cómo está compuesto el PGN?
Manuel Ferreira señaló que se debe distinguir bien cómo está compuesto el PGN, ya que Paraguay tiene dos presupuestos: uno que es el de la administración central, el cual corresponde a los tres Poderes del Estado, entre los cuales están los Ministerios de Salud, del Interior y otros.
Además, mencionó que en este primer presupuesto se incluyen los pagos de las binacionales, los royalties y las compensaciones que se reciben de Argentina y Brasil, por las ventas de energía eléctrica.
El segundo presupuesto —puntualizó— es el que se desprende de las entidades descentralizadas, como la Compañía Paraguaya de Telecomunicaciones (Copaco), la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), las gobernaciones, entre otros.
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Posteriormente, habló de los demás egresos del Estado, entre los que mencionó al rubro de las inversiones, conocido como el rubro 500, el cual constituye el financiamiento principal de cualquier tipo de obras públicas.
Igualmente, recordó el rubro 800, que es aplicado a las transferencias para municipios, gobernaciones y para las entidades que no completan factura por mes y deben cubrir sus déficits, además de las pensiones graciables, a oenegés, entre otros pagos.
“A veces son pequeños gastos, pero vos empezás a sumar y todo suma. Cuando yo estaba en el Ministerio (de Hacienda), el Estado pagaba en el centro de Asunción alrededor de USD 1 millón en alquiler por mes. Por USD 1 millón de dólares por mes vos financiás la construcción de edificios”, ejemplificó.
Con respecto a las reservas internacionales, que son los activos financieros que el Banco Central del Paraguay invierte en el exterior, manifestó que actualmente se dispone en Paraguay de alrededor de unos USD 10.000 millones.
En conclusión, los gastos rígidos dentro del presupuesto se dividen en cuatro rubros. Uno de ellos son las remuneraciones, donde se incluyen los salarios y beneficios adicionales, como gratificaciones y bonificaciones.
Asimismo, están las jubilaciones, que contemplan el pago al personal público retirado; las prestaciones sociales, que incluyen desembolsos en programas como Tekoporã o adultos mayores; y el servicio de la deuda pública, que contempla el pago del capital y los intereses de préstamos y bonos.