La democracia en Paraguay ha experimentado una serie de desafíos en los últimos años. Uno de los desafíos más importantes ha sido la corrupción, un problema persistente en el país. Otro desafío es la desigualdad económica, que ha llevado a una concentración de la riqueza en manos de unos pocos, mientras que la mayoría de la población sigue viviendo en la pobreza.
Según datos macroeconómicos del Banco Central del Paraguay, la economía paraguaya creció un 0,1% en 2022, por debajo de lo esperado, y se estima que crezca un 4,5% en 2023, después de haber experimentado una contracción del 0,8% en 2020 debido a la pandemia del Covid-19. A pesar de este crecimiento, la desigualdad económica sigue siendo un desafío importante en Paraguay. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el coeficiente de Gini de Paraguay, que mide la desigualdad de ingresos, ha pasado de 0,437 en el 2020 a 0,431 en el 2021, lo que significa una reducción del 1,5% en la desigualdad de ingresos entre los paraguayos. Así también, se reporta una disminución de 20% desde el periodo 1997/98, en este indicador. Es importante señalar que el coeficiente de Gini es el método más utilizado para medir la desigualdad de ingresos en la población. El valor 0 indica la máxima igualdad de distribución de ingresos en la población, es decir que todos tienen los mismos ingresos; y el valor 1 representa la máxima desigualdad: un solo individuo posee todos los ingresos.
Además, la corrupción ha sido un problema persistente en Paraguay, y ha afectado a la gobernanza y la democracia en el país. Según el Índice de Percepción de la Corrupción 2022, de Transparencia Internacional, Paraguay obtuvo una puntuación de 28 sobre 100, lo que indica que la corrupción sigue siendo un problema grave en el país, sobre todo si lo comparamos con Uruguay (46) y Chile (39). La corrupción ha afectado a la economía del Paraguay, así como a la confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas.
Otro desafío para la democracia en Paraguay ha sido la falta de transparencia y rendición de cuentas. Según un informe del PNUD de 2020, la falta de transparencia en la toma de decisiones políticas y la falta de acceso a la información son problemas importantes en el país. Esto ha llevado a una falta de confianza en las instituciones democráticas, y ha sido un obstáculo para la lucha contra la corrupción y la promoción de una cultura de transparencia y rendición de cuentas.
Finalmente, impulsar la dimensión participativa y pluralista del modelo democrático vigente en la Constitución Nacional sería el camino para “democratizar” la democracia puramente representativa, extendiéndola en su dimensión horizontal, potenciando los mecanismos constitucionales de democracia directa (referéndum, iniciativa popular, etc.) que permitan, efectivamente, la participación de los grupos y sectores sociales en los procesos de toma de decisión pública.