16 ene. 2025

Desafíos geopolíticos globales para el año 2025

En este año 2025, la geopolítica global se enfrenta a una serie de desafíos y dinámicas críticas que podrían redefinir el orden internacional. Por una parte, el retorno de liderazgos globales y, por otra parte, la permanencia de los conflictos persistentes de los años anteriores y los cambios de rumbo que podrían darse con la irrupción de nuevos actores internacionales.

Se está desarrollando una reconfiguración de relaciones internacionales, principalmente con el retorno de Donald Trump, su regreso a la presidencia de Estados Unidos está provocando un cambio significativo en las relaciones internacionales. Su enfoque proteccionista y su política hacia América Latina y China son temas centrales que influirán en la dinámica hemisférica y global.

Un tema que seguirá en la agenda internacional de este año será la guerra en Ucrania. La situación en Ucrania sigue siendo tensa, con un enfoque en treguas temporales en lugar de soluciones duraderas. La ofensiva diplomática está ganando terreno, pero la falta de un plan claro complica la resolución del conflicto. Donald Trump ha delineado un enfoque significativo para manejar la guerra en Ucrania, especialmente tras su reciente elección como presidente. Su estrategia se centra en la negociación y la presión sobre ambas partes del conflicto, que podría buscar un alto el fuego inmediato y condiciones para conversaciones de paz. Por otra parte, Trump ha designado al teniente general retirado Keith Kellogg como su enviado especial para Ucrania y Rusia. Kellogg es conocido por sus opiniones sobre la necesidad de un enfoque militar robusto y ha defendido el suministro de armamento a Ucrania. Su estrategia incluye congelar las líneas del frente actuales y forzar negociaciones entre Ucrania y Rusia, lo que podría implicar concesiones territoriales por parte de Ucrania. Pero también aún hay tiempo para ver la estrategia establecida desde Moscú que será clave para la consecución de la paz.

Luego tenemos a Oriente Medio, donde las guerras en Siria y Yemen continúan, con la caída del régimen de Bashar al-Assad ha generado una mayor incertidumbre política. Las tensiones entre Israel e Irán se intensifican, mientras que la ONU intenta mediar sin éxito debido a las divisiones en el Consejo de Seguridad.

Con la llegada de Trump, posiblemente la rivalidad China-Estados Unidos podría intensificarse. Trump ha propuesto aranceles que podrían alcanzar hasta el 60% sobre las importaciones chinas, lo que podría reavivar la guerra comercial iniciada en su primer mandato. Por su parte, China ha estado preparando su economía para enfrentar una nueva ronda de tensiones comerciales, buscando reducir su dependencia de las tecnologías estadounidenses y expandiéndose hacia otros mercados.

La competencia entre estas dos potencias se va a intensificar, con posibles repercusiones en el comercio y la tecnología. Este conflicto puede derivar en una guerra comercial que afectará a múltiples naciones, especialmente aquellas que dependen del comercio con Estados Unidos o China. Esto incluye cambios en las cadenas de suministro global y potenciales crisis económicas en países más vulnerables.

Por otra parte, las nuevas dinámicas globales, como el multilateralismo podrían verse afectado por el surgimiento de liderazgos personalistas que están cambiando el panorama internacional. Este fenómeno se observa no solo en Estados Unidos, sino también en otras naciones donde los líderes adoptan enfoques más autoritarios y proteccionistas. Esto también viene acompañado de las tensiones por las amenazas nucleares.

El año 2025 se perfila como un periodo crucial para la geopolítica mundial, caracterizada por conflictos prolongados, cambios en las relaciones internacionales y desafíos al orden establecido. La necesidad de procesos diplomáticos efectivos es más evidente que nunca, ya que el mundo se enfrenta a un futuro incierto marcado por tensiones y reconfiguraciones significativas.

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