En el lugar solo quedan pequeños vestigios o fragmentos de los que alguna vez fue una superficie de más de 4,5 hectáreas de montaña de arena, que era uno de los 10 destinos más solicitados del país.
La desaparición de las dunas trae consigo un desalentador panorama para los pobladores y prestadores turísticos de San Cosme, atendiendo que el 70% de los visitantes que llegaban a esta comunidad lo hacía con fines de visitar las dunas.
Cabe señalar que tanto pobladores y autoridades municipales de San Cosme, advirtieron desde hace años el riesgo que sufría las dunas, cuya superficie se iba reduciendo con el paso del tiempo, producto del fuerte viento reinante en la zona y el olaje de las aguas del Paraná que iban carcomiendo la montaña arenosa.
INCERTIDUMBRE. Los prestadores turísticos de la comunidad, canoeros, posaderas, hoteleros y demás, esperan que las nuevas autoridades abracen la causa llamada salvataje de las dunas de San Cosme y lleven a cabo los trabajos y la intervención necesaria para recomponer la superficie de arena.
Cabe señalar que incluso el Congreso sancionó una Ley la 6961/2022, “Que declara patrimonio turístico natural a las dunas de San Cosme y Damián”, sin embargo, en la práctica ninguna institución no hizo nada para salvar esta maravilla natural. Lamentablemente, las incontables reuniones de “trabajo”, tanto de la Conaderna (Comisión Nacional de Defensa de los Recursos Naturales), el MOPC y la EBY entre otros, no dio el fruto esperado por los pobladores sancosmeños, donde la incertidumbre es total.
Cabe señalar que existe un proyecto de “dragado de mantenimiento del río Paraná del km 1.507 al 1.503 y recuperación de las Dunas de San Cosme y Damián”, pero a pesar de las reiteradas reuniones no pudo ser llevado a cabo.