Según los investigadores, se trata de drogas con alto nivel de tetrahidrocannabinol (THC), para las cuales se utilizan gases peligrosos para el procesamiento.
El primer operativo se realizó en una vivienda en la cual se remesaban al mercado brasileño toneladas de las dos variedades de marihuana. Mientras que otro procedimiento se realizó en una zona rural de la localidad de Karapaí, donde se logró desmantelar lo que podría ser uno de los mayores complejos para el procesamiento de dos variedades de marihuana. Por un lado, la conocida como la marroquí y por otro el otro, la rotulada como ICE. Ambas presentaciones eran procesadas a través de peligrosas técnicas con gases para la obtención de productos con 80% de THC.
En el sitio se logró la captura de un hombre identificado como Carmelo Benítez, de 52 años, quien custodiaba el lugar. Posteriormente, los intervinientes procedieron a la destrucción de cuatro campamentos.
Desde la Senad, explicaron que para el aprovechamiento total de la marihuana y su posterior transformación en una variedad más potente, los narcotraficantes utilizaban un llamativo proceso que incluía tubos de acero y gas altamente inflamables. La marihuana picada era introducida en los cilindros con los que se generaban temperaturas bajo cero, mecanismo químico válido para la extracción de la resina, ya para el proceso final le aplican calor y del producto se desprenden variedades con niveles de hasta 80% de THC, drogas que por sus características pueden alcanzar los USD 6.000 por kilo en el Brasil.