El Gobierno reconoció ayer que no hay una solución mágica para la crisis desatada por la abrupta depreciación del peso y descartó que el país recurra, como ya hizo en otras ocasiones, a suspender el pago de la deuda o a aferrarse a la emisión de dinero.
“No hay una solución mágica que esté a mano. Durante nuestra historia en estas situaciones se recurrió a no pagar nuestra deuda, cosa que es absolutamente imposible hoy, o a emitir plata como para generar una ficción, que es absolutamente imposible”, aseveró el jefe del Gabinete de Ministros, Marcos Peña, en declaraciones a Radio Mitre.
En los últimos días, con el agravamiento de la devaluación del peso ante el dólar y las advertencias de la oposición por la alta emisión de deuda externa, en diversos medios de comunicación se hicieron conjeturas con que el Gobierno optara por la opción del default (cese de pagos), algo que Peña negó que vaya a suceder.
No obstante, se hicieron comparaciones con la grave crisis que azotó al país en el 2001, que acabó en un corralito bancario (restricciones a los ciudadanos para retirar dinero de los bancos), la renuncia y posterior marcha del presidente Fernando de la Rúa en un helicóptero y la declaración de la suspensión del pago de la deuda. efe