El crimen ocurrió en Pirapó, a 80 kilómetros de Encarnación. Resultaron víctimas Tsutae Sagawa, de 70 años, y Takemi Sagawa, de 69 años, quienes recibieron heridas mortales de objetos contundentes.
Poco después de las 17:00 del domingo, uno de los japoneses hizo una llamada telefónica a Modesto Aguilera, de 54 años, quien trabajaba para los hermanos.
En esa comunicación comentó que, al parecer, delincuentes ingresaron a la vivienda, pero el contacto se cortó repentinamente.
Aguilera convocó rápidamente a la Policía Nacional y llegó junto a los agentes a la residencia. En el lugar encontraron el portón y el acceso principal bloqueados con llave, así que forzaron las puertas para ingresar a la vivienda, informó NPY.
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Encontraron ambos cuerpos ensangrentados y con heridas hechas aparentemente con objetos contundentes. Uno de los hermanos estaba tirado en una habitación y el otro en un pasillo.
De acuerdo a los datos preliminares, ambos tendrían discapacidad, ya que uno era no vidente y otro tenía problemas mentales. No se conocen otros familiares que residan en el país.
A los intervinientes llamó la atención que no se hayan forzado los accesos. Tampoco encontraron rastros de robo, además, el vehículo de los hermanos estaba intacto.
Se tiene conocimiento de que hasta las 15:00 tuvieron visita de otros japoneses. No se conocen a otros familiares de las víctimas.
Los hermanos se dedicaban a la agricultura, pero últimamente se cree que solo alquilaban sus tierras, donde actualmente hay plantaciones de maíz. Junto a la vivienda hay tres a cuatro depósitos relacionados a la actividad agrícola.