“La región es intrigante porque parece estar ausente en el macaco Rhesus y otros animales que hemos estudiado”, dijo su descubridor, George Paxinos, cartógrafo de cerebros y experto de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW, siglas en inglés).
“Tienen que existir algunas cosas que son únicas en el cerebro humano más allá de su gran tamaño y el núcleo endorestiforme puede ser uno de ellos”, precisó el experto greco-australiano de Investigación Neurocientífica Australia y autor de un Atlas del cerebro referente mundial.
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El núcleo endorestiforme se encuentra dentro del pedúnculo cerebeloso inferior, un área que integra información sensorial y motora para refinar nuestra postura, el equilibrio y los movimientos motores finos, que incluye los pequeños movimientos en las manos, pies, dedos, labios o lengua.
“Solo puedo adivinar sus funciones, pero dada la parte del cerebro en que se encuentra, podría estar implicada en el control de los movimientos motores finos”, precisó el científico.
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El descubrimiento podría contribuir a la exploración de formas de tratamiento de enfermedades como párkinson y otras neuromotoras, según el comunicado.