La pieza, un boceto que se exhibirá a partir de este viernes en la pinacoteca, muestra a un anciano trabajador, aparentemente cansado, vestido de traje de bombazina, con la espalda encorvada y sentado sobre una silla probablemente de madera, la cabeza agachada entre sus manos, y con ambos codos apoyados sobre las piernas.
Según explica a EFE Teio Meedendorp, investigador principal del museo, se trata de un “añadido” a la colección del artista neerlandés porque “sabemos que, durante ese periodo, hizo muchos modelos de estas pinturas”, pero este descubrimiento “da una idea particular de sus métodos de trabajo porque está estrechamente relacionado con otro dibujo”.
Este modelo aparece regularmente en los trabajos de Van Gogh y el artista lo retrató al menos cuarenta veces. En estos dibujos, el artista no solo mostró su simpatía por los socialmente desfavorecidos, sino que también llamó la atención sobre su situación, porque para él no eran inferiores a la burguesía acomodada, analiza el museo.
En una misiva a su hermano Theo y a su amigo Anthon van Rappard, el artista describió todos los detalles de cómo surgió el dibujo final, lo que hace que este descubrimiento, “que no es menos impresionante que el dibujo final”, ofrezca una visión excepcional del proceso de trabajo de Van Gogh en ese momento de su vida.
Los residentes de una casa de beneficencia en La Haya posaron con prendas viejas y desgastadas, a cambio de una pequeña remuneración, para que Van Gogh los pueda retratar.
Apasionado de las figuras de la clase trabajadora, las pintó en decenas de ocasiones en diferentes dibujos que sobreviven como su herencia a día de hoy.
La familia propietaria de este dibujo, que prefiere permanecer en el anonimato, nunca quiso hacer público este trabajo, hasta que el año pasado, la pinacoteca hizo un llamamiento a coleccionistas privados para cooperar con una base de datos digital de Van Gogh.
Entonces, solicitaron al museo que lo estudiara para determinar si, como ya imaginaban, se atribuía a Van Gogh. Meedendorp concluyó que, en términos artísticos, la obra “encaja perfectamente con los muchos estudios de figuras que conocemos de la época de Van Gogh en La Haya y la conexión con ‘Desgastado’ es obvia”.
El artista empezó dibujando una cuadrícula en el papel, “lo que nos dicen que trabajó con un marco en perspectiva para ayudarlo a capturar una figura rápidamente con las proporciones correctas” de su modelo. Después, siguiendo su carácter explosivo a la hora de dibujar, Van Gogh realizó trazos y contornos, con especial atención a los efectos de luces y sombras.
La huella del pintor también se refleja en los materiales usados por él en ese periodo: un lápiz de carpintero grueso como medio, y papel de acuarela grueso como soporte, lo que fija con una solución de agua y leche.
En esta obra también se aprecian rastros de daños en las esquinas de la parte posterior del dibujo, lo que se relaciona con la forma en la que Van Gogh solía colocar hojas de papel en su tablero de dibujo.
La directora del Museo, Emilie Gordenker, señaló que es “bastante raro que un nuevo trabajo se atribuya a Van Gogh” y subrayó que la pinacoteca está “orgullosa de poder compartir este dibujo preliminar y su historia” con los visitantes, que podrán admirar este nuevo descubrimiento hasta el 2 de enero como parte de otras obras del mismo periodo.
“Como centro de conocimientos especializados dedicado al trabajo de Vincent van Gogh y sus contemporáneos, estamos encantados con este descubrimiento y muy felices de haber hecho una contribución a nuestro campo de especialización”, agregó.
Para Meedendorp, exhibir esta obra, que está bautizada como Study for “Worn out” (Boceto para “Desgastado”), junto a otros trabajos del mismo periodo, “ofrece una visión especial del proceso” artístico de Van Gogh. “Es más, el estudio es un dibujo muy fino y poderoso, que se sostiene por sí solo”, concluye.