Las ballenas se encuentran en tres lugares de la bahía de Macquarie, en el oeste de Tasmania, “dentro del agua, aunque por el momento es difícil de determinar cuántas de ellas han muerto o en qué condiciones se encuentran”, señaló Nic Deka, trabajador del gobierno de Tasmania.
El funcionario dijo a los periodistas en la localidad de Straham, la más cercana al suceso, que en su inspección aérea han avistado 31 ejemplares, “de los cuales parece que 25 están muertos”.
Más de una veintena de expertos ambientales y socorristas ya se encuentran en la zona para evaluar esta noche las acciones que se tomarán en los próximos días para tratar de salvar a las ballenas.
No es la primera vez que un grupo de ballenas quedan varadas en las playas de Tasmania, especialmente en la bahía de Macquarie, en donde el último incidente masivo se produjo hace una década, precisó Deka.
En las anteriores ocasiones en que esto ha ocurrido, la comunidad científica barajó la posibilidad de que las ballenas acudan al litoral atraídas por los sonares de grandes buques o guiadas por un cabeza de grupo desorientado a raíz de sufrir una enfermedad.
Algunos expertos creen que son animales sociales y si uno de ellos comete un error y se introduce en aguas poco profundas, el resto le sigue.