Randolph Moss, juez federal de Estados Unidos, finalmente ordenó el decomiso definitivo del avión venezolano-iraní. El Boeing 747-300, con matrícula YV-3531, actualmente está retenido en el aeropuerto de Ezeiza, de Buenos Aires, Argentina, desde el pasado 6 de junio del 2022.
La nueva orden, emanada este miércoles 3 de mayo, será comunicada al juez federal Federico Villena, a través del Ministerio de Justicia, según informó Infobae.
El documento revela que “se ordena dictar sentencia en rebeldía contra la Empresa de Transporte Aérocargo del Sur SA (Emtrasur) y todas las personas o entidades que reclamen un interés en la propiedad demandada”, por ende, se emite “la orden de decomiso” del avión, según el medio argentino.
En el pasado, el avión había sido usado por Irán para apoyar operaciones terroristas del grupo Hezbollah en Medio Oriente, una nucleación armada que está vinculada con los atentados contra la Embajada de Israel (1992) y la AMIA (1994) en Argentina.
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“Se ordena la confiscación de la propiedad demandada (la citada aeronave) a EEUU y que ningún derecho, título o interés en la propiedad existirá en ninguna otra parte”, revela la parte resolutiva del juez estadounidense.
La Corte de Columbia, ya en octubre del 2022, inició el proceso de decomiso del polémico avión, ya que considera que se trata de un bien obtenido de manera ilegal, adquirido por la firma venezolana Emtrasur, violando leyes de EEUU. Sin embargo, el Gobierno argentino dilata la entrega del exhorto al juzgado federal de Lomas de Zamora, del 26 de octubre, y que sigue en manos del vecino país.
En mayo del 2022, la compañía iraní Mahan Air, sancionada por Estados Unidos, contrabandeó grandes cantidades de oro desde Caracas, Venezuela, con la complicidad del Gobierno de Nicolás Maduro.
En tanto, el avión —que será decomisado por EEUU— aterrizó en Paraguay en mayo del 2022 y tuvo como cargamento los cigarrillos de la empresa Tabesa, del ex presidente Horacio Cartes, con destino a Aruba. También estuvo en Uruguay y Argentina, donde fue retenido.
Esta operación tenía supuestamente el objetivo de financiar las actividades terroristas del grupo terrorista libanés Hezbollah en Medio Oriente.