Ante las críticas por la escasez de combustible en las gasolineras, el gobierno Emmanuel Macron amenazó este martes con “intervenir” para levantar una huelga en las empresas petroleras que generan las carencias.
A la mañana de este martes 11, una cola de vehículos se extiende a lo largo de cientos de metros ante una bencinera de Montreuil, al este de París, que sin embargo carece de combustible desde el lunes por la noche.
“El empleado nos ha dicho que quizás les llegaría un nuevo suministro, pero no supo decirnos qué tipo de combustible”, asegura resignado David, envuelto en una pesada chaqueta de plumas.
“Encontré una solución toda la semana, pero al cabo de un tiempo ya no es posible”, lamenta el mecánico que toma ahora el transporte público para ir a trabajar, pero necesita su vehículo para hacer la compra.
La fila la encabeza Mohand, quien asegura “no tener elección”. Este empleado de una empresa de seguridad, que llegó a las 05H00 --una hora antes de la apertura de la gasolinera-- recorre 100 kilómetros al día para ir a trabajar.
“No pude ir. He tenido que pedir una baja por enfermedad”, explica.
Sigue bloqueo
Tras guardar turno durante dos horas ante un surtidor del oeste de París, tuvo que volver a su casa con las manos vacías después que el depósito de gasolina se quedara sin existencias.
“Ya he ido a dos gasolineras y me han dicho: ‘Está vacío’. Voy a volver a casa, ya no sé qué hacer”, dice desesperado Jefferson Saint-Louis, mientras da golpecitos nerviosos al volante de su taxi.
El gobierno del liberal Emmanuel Macron amenazó este martes con “intervenir” para levantar la huelga.
“O la negociación [entre empresas y sindicatos] se inicia, tiene éxito y los depósitos de combustible se reabren rápidamente, o utilizaremos los otros medios disponibles, incluidas las requisas”, advirtió el ministro de Economía, Bruno Le Maire.
La primera ministra, Elisabeth Borne, anunció el martes la movilización de personal para el desbloqueo de depósitos Esso-Exxonmobil.
Los sindicatos que representan a la mayoría de los trabajadores de ESSO llegaron a un acuerdo salarial el lunes, pero dos representantes que son mayoritarios en las refinerías votaron por mantener el bloqueo.
“Es el grial”
En la vecina localidad de Vincennes, una bencinera de Esso era una de las únicas del sector en contar aún con combustible el martes por la mañana, según la aplicación para celulares Essence&CO.
“Es el grial”, dice un aliviado Samuel Kritchmar, mientras llena el depósito de su moto tras casi tres horas de espera.
Este empresario del sector de los jugos en Choisy-Le-Roi, a unos 10 kilómetros de distancia, no pudo ir al trabajo “en los últimos días”.
“Tengo la suerte de ser mi propio jefe. Pero si no me levanto por la mañana, no gano dinero. Si esto continúa así, me veré obligado a cerrar mi empresa”, asegura.
En esta pequeña gasolinera, su directora Céline Barrouin-Lagorce se transformó el martes por la mañana en agente de tráfico y orienta los vehículos hacia las bombas.
“Estarán vacías dentro de dos horas”, predice.
Tras carecer de combustible el fin de semana, la estación se reabasteció el lunes.
“En un día normal, vendo 3.500 litros de combustible. Ayer, fue el doble”, detalla.
Pero, entre las dificultades de abastecimiento y las horas adicionales de sus empleados, la semana no será tan rentable como habitualmente.
En esta bencinera, el próximo paso del camión cisterna se espera en los próximos días. “Miércoles o jueves... Si todo va bien”, espera Barrouin-Lagorce.
La primera ministra, Elisabeth Borne, amenazó el martes con la movilización de personal para el desbloqueo de depósitos Esso-Exxonmobil.
Los sindicatos que representan a la mayoría de los trabajadores de la empresa llegaron a un acuerdo salarial el lunes, pero no así los representantes de las refinerías.
En referencia a otro grupo petrolero afectado por la huelga, TotalEnergies, la jefa del ejecutivo instó a la dirección y a los sindicatos a entablar una negociación salarial.