La alegría y el entusiasmo de la ciudadanía que acompaña el desarrollo de los Juegos Suramericanos Odesur se ven empañados por una situación cotidiana bien conocida por la población del país: la falta de transporte público. La población de los barrios de Asunción, el área metropolitana y del Departamento Central son víctimas cotidianas de las reguladas, procedimiento que es negado sistemáticamente por los empresarios del transporte, e ignorado al mismo tiempo por las autoridades del Viceministerio del Transporte.
A diario se puede observar en las paradas la aglomeración de los usuarios en horas pico, y en cuanto cae la noche el panorama resulta aún más desolador. De acuerdo con la queja frecuente, la frecuencia es más espaciada y por eso deben aguardar horas para poder retornar a sus hogares tras una larga y agotadora jornada laboral. Los usuarios del transporte público en nuestro país son víctimas ignoradas sistemáticamente por las autoridades.
A las largas esperas se debe sumar en la actual coyuntura que vive el Paraguay el hecho de que la gente también está expuesta a los ataques de los motochorros, estos delincuentes que con absoluta impunidad asaltan en plena parada del bus para robar mochilas y teléfonos celulares , y que por lo general van armados.
En el mes de marzo de este año, las autoridades, al mismo tiempo que negaban las reguladas comenzaron a hablar de una sobredemanda en el servicio, y a reflotar el debate de la posible implementación del horario escalonado. Hace meses el horario escalonado era la panacea. El viceministro de Transporte había explicado que los valores del centro de monitoreo se mantenían iguales, pero que en hora pico se daba una sobredemanda de lo que puede ofertar el sistema. Según el funcionario, se cumplía lo establecido en el pliego de bases y condiciones.
Ante la insistencia de los reclamos, las autoridades admitieron la necesidad de analizar un sistema de escalonamiento, con una propuesta de que las actividades se inicien entre las 08:00 y 09:00,es decir que se adopte un horario escalonado para el inicio de la actividades tanto públicas como privadas. Lamentablemente tanto el debate como la implementación de la propuesta, que incluso cuenta con una ley aunque no esté regulada, pasaron al olvido.
Lo que deja más que en evidencia a las autoridades nacionales y del Municipio de Asunción en cuanto a que no hay voluntad política de parte de ellos para la implementación del horario escalonado; esto, pese a que el horario escalonado tiene ventajas económicas y dará calidad de vida a la población que trabaja.
A mitad de este año, el Viceministerio volvió a responder ante persistentes quejas del servicio de transporte público; en esa ocasión dijo que estaban analizando la posibilidad de incluir buses eléctricos, y que estos fueran propiedad del Gobierno para mejorar la frecuencia de colectivos en las calles. El objetivo era llegar a 1.000 unidades en cinco años, haciendo una carga al sistema de 200 buses eléctricos por año, y que ya estaban trabajando en eso. El sistema sería híbrido, había anunciado el viceministro, los buses serían del Gobierno, pero serían operados por actores privados.
Del horario escalonado no se ha vuelto a hablar. De los buses eléctricos nada se sabe. Ambos temas fueron en su momento nada más que excusas ante la presión de los usuarios y las críticas. El Gobierno debe entender que ya es intolerable su desidia, que el sistema de transporte público es fundamental para la calidad de vida de los ciudadanos que sufren a diario un servicio que ofende la dignidad humana.