La investigación sacudió a las fuerzas de seguridad y puso en evidencia un sistema bien estructurado de corrupción en las rutas fronterizas. El trabajo, que sigue su curso, está a cargo del Grupo de Actuación Especial de Combate al Crimen Organizado (Gaeco).
La investigación reveló que los agentes detenían a los compradores en Foz de Yguazú y municipios vecinos, exigiendo pagos ilegales para permitirles continuar con su carga. Estos sobornos, cobrados principalmente a través de la plataforma Pix, evitaban la incautación de mercancías y vehículos de compradores que superaban la cota libre de impuestos de 500 dólares.
Según Gaeco la corrupción no se limitaba a policías en servicio, sino también ex agentes y civiles que facilitaban la circulación del dinero, dificultando su rastreo. Los fondos se enviaban a cuentas de terceros y luego eran transferidos a familiares de los oficiales, con el objetivo de eludir cualquier sospecha de las autoridades fiscales.
14 ALLANAMIENTOS. La operación Vía Pix, desarrollada en dos fases, es importante en la desarticulación del esquema. En la primera etapa, se identificó la participación de dos policías militares y tres civiles.
Tras meses de investigación, la segunda fase se ejecutó esta semana con 14 allanamientos simultáneos en Foz de Yguazú, Santa Terezinha de Itaipú y Joinville, en el estado de Santa Catarina. Durante los operativos, se confiscaron teléfonos móviles, computadoras, documentos, dinero en efectivo y otros objetos de interés.
Se suspendieron a ocho agentes y se aplicaron 13 órdenes de registro personal. La Justicia Militar de Paraná avaló las medidas, que incluyen el análisis de los dispositivos para rastrear más pruebas sobre la operativa de la red.
El escándalo de las coimas en la frontera entre Brasil y Paraguay no solo genera indignación en la población, sino que también pone en jaque la confianza en las fuerzas de seguridad brasileñas.
Ciudad del Este, un importante polo comercial para brasileños, conocida por sus precios competitivos y su vasta oferta de productos electrónicos, ropa y perfumes, es directamente afectada por este esquema corrupto, haciendo que la corrupción convierta el proceso de compra en una experiencia riesgosa para los consumidores brasileños.
INCERTIDUMBRE. El miedo a perder mercancías o ser extorsionados genera incertidumbre en quienes frecuentan la frontera. Algunos relataron que los agentes sugerían abiertamente el pago de sobornos para evitar molestias.
Las investigaciones recogieron el testimonio de cerca de 100 víctimas, que detallaron cómo operaban los agentes corruptos. “Nos pararon en la ruta y nos dijeron que si no queríamos problemas, debíamos pagar por Pix. Nos dieron una cuenta bancaria y nos amenazaron con incautar todo si no accedíamos”, relató un comerciante brasileño.
Otro testigo afirmó que, en algunas ocasiones, los agentes permitían la negociación del monto del soborno, dependiendo del valor de las compras realizadas en Paraguay. “Si llevabas un televisor, el precio era más alto. Si eran perfumes o ropa, podías pagar menos. Era como un negocio paralelo operado por la propia policía”, mencionó.
El Núcleo Regional del Gaeco en Foz de Yguazú continúa con las diligencias para identificar a todos los implicados en la red de corrupción.