La denuncia de fraude electoral realizada por el ex candidato a la presidencia de la República Paraguayo Cubas provocó una sorpresiva reacción por parte de los simpatizantes del candidato, que en las elecciones generales del domingo 30 de abril obtuvo un porcentaje de votos del 22,91%, habiendo quedado a tan solo cinco puntos del porcentaje logrado por la Concertación Nacional. Recordemos que el movimiento independiente se sumará como tercera fuerza al Congreso Nacional, con cinco senadores y cuatro diputados.
Inmediatamente tras conocerse los resultados electorales, Cubas había sostenido que el Paraguay perdió en las elecciones generales, y que ganaron “la mafia, los narcotraficantes y los millones de funcionarios públicos planilleros”.
La inesperada reacción en respuesta a las denuncias de Cubas se tradujeron en bloqueos de ruta y manifestaciones en varias ciudades del país, que lograron congregar a centenares de personas disconformes con el resultado electoral.
Pese a las motivaciones, sin embargo, es necesario reconocer que muchas de las expresiones de la protesta se tradujeron también en disturbios, tal como la vandalización de una ambulancia del Hospital Regional de Caaguazú y el bloqueo de un vehículo de los bomberos que transportaba a un niño gravemente enfermo, el cual pudo ser trasladado mediante la intervención de un fiscal.

Asimismo, con el cierre de rutas y calles se obstaculizó considerablemente la capacidad de movilidad de la población; especialmente se vieron muy afectadas las personas que ayer en horas de la mañana tuvieron que esperar largas horas el transporte público, ya de por sí ineficiente.
La presentación de las denuncias estuvo a cargo de Yolanda Paredes, senadora electa y esposa de Paraguayo Cubas, quien llegó hasta la sede del Tribunal Superior de Justicia Electoral, para denunciar que no les permitían acceder a todas las actas para poder seguir con el juzgamiento de los resultados electorales. “Acá en el TSJE es todo una farsa”, expresó la apoderada del movimiento político.
Para responder las acusaciones, el Tribunal Superior de Justicia Electoral comunicó en una conferencia de prensa que el juzgamiento preliminar de actas se está realizando en 10 tribunales electorales y que ello implica la apertura del sobre N° 2 perteneciente al Tribunal Electoral, cuyos expedientes se revisan frente a los apoderados presentes. Carlos María Ljubetic, asesor técnico del TSJE, desmintió que no se dejara entrar a los apoderados y aseguró que “no hay ninguna posibilidad de fraude” con las máquinas de votación utilizadas en las elecciones.
Todas las denuncias deberán ser analizadas y las dudas despejadas. Sería muy lamentable que terminara empañada la gran fiesta cívica que se vivió; ya que como demócratas, el único camino es aceptar las decisiones del electorado, incluso por parte de quienes hubieran preferido otro tipo de elección. Está fuera de discusión cualquier tipo de provocación que pueda afectar al estado de derecho.
Deben dar respuestas a los cuestionamientos en primer lugar, pero al mismo tiempo la clase política paraguaya tiene que incluir en su agenda a la fuerza juvenil que se vio en las protestas, como también sus reclamos. Estos coinciden con la larga lista de nuestros principales problemas como país: no hay salud ni educación de calidad, falta de empleo, trabajo precario e inseguridad en las calles, así como pobreza y falta de oportunidades.
El TSJE debe asegurar la transparencia de los resultados para que el país pueda seguir avanzando. El gobierno electo debe tener como prioridad gobernar para todos los paraguayos, no solo para aquellos que lo votaron, pues todos queremos vivir en un país con justicia, sin pobreza ni desigualdades sociales, con oportunidades, y sin corrupción.