El cuerpo sin vida del oficial inspector póstumo Gustavo Bareiro Godoy pasó por última vez por la dirección policial donde prestaba servicio, antes de ir a su morada eterna. Los agentes rindieron un homenaje al personal policial, donde lamentaron la pérdida que sufrió la institución, señalando que el mismo soñaba ser un buen policía, cuando siendo adolescente frecuentaba la institución acompañando a su padre, quien es personal retirado. “En este momento de tristeza nos invade el recuerdo de su adolescencia cuando en compañía de su padre pisaba estos lugares, con ganas de ser un buen policía, con ganas de ser un excelente estudiante. Sus sueños se han hecho realidad y ha ofrecido lo más grande que el ser humano puede ofrecer en favor de la sociedad, que es la vida”, recordó el suboficial Omar González, de la Asesoría Jurídica departamental. Mientras que el suboficial Carlos Amarilla reclamó que se haga justicia en el caso del agente policial, llamando a los administradores de Justicia que deje de conceder graciosamente medidas alternativas o sustitutivas a los delincuentes. “Respetamos el Derecho Humano, pero se tiene que hacer Justicia, aquellos que cometen hechos delictuosos deben pagar”, sostuvo, al pedir la detención y pena máxima a los autores del crimen. “Se está poniendo todo el empeño y se que mañana se va a tener el esclarecimiento total del hecho”, afirmó el comisario Benicio Ramírez, director policial del Alto Paraná, durante la despedida al cuerpo del oficial inspector póstumo Bareiro, en sede policial. El oficial Bareiro es hijo de un suboficial en situación de retiro, don Francisco Bareiro. Al igual que ellos, su hermano menor también es agente policial, destinado a la Agrupación motorizada del Grupo Lince. En la mañana de ayer debía entregar su guardia pero antes fue hasta un autoservice ubicado sobre la Avenida Primer de Mayo y Tifón Benítez, de Ciudad del Este, para comprar un regalo a su madre que ayer estuvo de cumpleaños. Allí, fue sorprendido por cinco asaltantes que le dispararon a quemarropa.
