03 ago. 2024

Desprecio de iniciativa ciudadana es un mensaje de autoritarismo

La aplanadora colorada junto con sus agregados está presta para dejar de lado la propuesta ciudadana de modificación de la ley que prohíbe el nepotismo en la función pública, una iniciativa popular que logró reunir 61.000 firmas de apoyo. El nuevo presidente del Congreso Nacional, el senador cartista Basilio Núñez, decidió que no se trata de una iniciativa popular, por lo cual tratarán su propio proyecto. Además, del temor de que suavicen las sanciones, preocupa el desprecio que muestra la clase política por las opiniones de la sociedad.

La bancada de Honor Colorado en el Congreso decidió dejar de lado la propuesta de modificación de la ley que prohíbe el nepotismo en la función pública que fuera presentada por la iniciativa Chau Nepotismo, acompañada de más de 61 mil firmas. En cambio, el presidente del Congreso, el senador cartista Basilio Bachi Núñez, ha anunciado que tratarán su propio proyecto, erigiéndose así en juez absoluto para determinar cuándo es iniciativa popular y cuándo no.

Lamentablemente, el artículo 123 de la Constitución Nacional solo reconoce a los electores el derecho a la iniciativa popular para proponer al Congreso proyectos de ley, y nada menciona respecto a que estas propuestas deben estar alineadas a los intereses de la mayoría coyuntural.

El motivo de gran preocupación que actualmente cunde en sectores ciudadanos responde a la posibilidad de que con una aplanadora colorada y sus satélites aprueben unas modificaciones a la Ley 5295 que no contemplen sanciones jurídicas y que ignoren el denominado nepotismo cruzado. Entendiéndose como nepotismo tradicional nombrar al hijo o a la esposa en la función pública que son los casos más usuales, pero el nepotismo cruzado es cuando un funcionario o autoridad nombra al hijo de otro y ese otro retorna el favor haciendo lo mismo, pero al ser en instituciones diferentes pasa desapercibido.

Prácticamente se trata de una omisión en la legislación actual, que se utiliza como argumento para defender, por ejemplo, el millonario salario de 18 millones de guaraníes de Monserrat Alliana, hija del vicepresidente de la República, quien está contratada en el Congreso. Los colorados argumentan que no se trata de nepotismo, pues no fue su padre quien firmó el contrato en cuestión.

Descartar el proyecto presentado por la iniciativa Chau Nepotismo es apenas el final de una verdadera campaña de desprestigio contra la misma que pedía, entre otras cuestiones, hasta cinco años de prisión para las personas involucradas en las prácticas de nepotismo.

En su momento, fue precisamente Basilio Núñez uno de los que con más enjundia cuestionaron la iniciativa, con el argumento de que entre las firmas se había incluido a menores y muertos y la calificó como “una joda total”. Desgraciadamente, el senador colorado olvida que hace 7 años, en el recordado Firmatón, la misma ANR habría falsificado firmas a favor de la enmienda constitucional que pretendía permitir la reelección presidencial. Esta no es una opinión, fue el mismo Tribunal Electoral que reportó que en la planilla proenmienda halló un total de 1.142 fallecidos entre los firmantes, que 27.174 personas firmaron dos veces, 296 menores de edad y que 19.498 ni siquiera estaban inscritos en el Registro Electoral.

Resulta inquietante que los parlamentarios que conforman la aplanadora colorada muestren tales actitudes de intolerancia y desprecien las iniciativas de la ciudadanía; este rasgo autoritario contradice por completo el espíritu de la Constitución Nacional que establece que nuestra República del Paraguay adopta para su gobierno la democracia representativa, participativa y pluralista.

En el transcurso de este año la propia ciudadanía ha conocido decenas de casos de nepotismo practicados en el Congreso Nacional y fue testigo impotente del reparto de privilegios para los hijos e hijas de parlamentarios; estos jóvenes accedieron a puestos de trabajo sin concursar y algunos sin acreditar estudios universitarios, pero reciben salarios millonarios sin estar capacitados para ello. Mientras tanto, hay una juventud paraguaya a quien esta clase política le está robando las oportunidades de acceder a un empleo digno, salud, educación, una vida con bienestar a un futuro.

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