Alba Rocío Loureiro González, de 22 años, oriunda del barrio San José de Santa Rosa Misiones, luego de nueve años de múltiples becas y liderazgo comunitario, logró graduarse en Smith College con el título en Economía Cuantitativa y Gobierno, con énfasis en Ciencias Políticas y Desarrollo.
La joven es destacada en su comunidad por su esfuerzo constante para salir adelante. Es hija de una modista con un pasado de vulnerabilidad económica, quien logró superar las barreras y obtener sus metas mediante su iniciativa personal y el aferrarse a las oportunidades.
“Esta meta surgió a los 13 años cuando conocí a una voluntaria del cuerpo de paz de los EEUU, quien me hizo ver la cantidad de oportunidades que había para los jóvenes de Paraguay y de Santa Rosa” relató.
Alba contó que accedió a varias becas donde aprendió inglés y participó en programas de liderazgo.
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“Fui joven embajadora 2014, estuve tres semanas en los EEUU y afiancé mi entrenamiento en liderazgo, organicé un equipo juvenil en mi comunidad y trabajamos con niños en situación de vulnerabilidad en los comedores comunitarios y escuelas de los barrios”, comentó.
Alba Rocío es el vivo testimonio de que querer es poder, pues ella misma cuenta que junto con su madre y a su hermano escaparon de violencia familiar.
Relató que su madre, en los pocos momentos libres, preparaba jabón casero, chipa y pan casero, productos que ella a sus cortos 10 años salió a vender. Con esto aprendió a trabajar con la gente y desenvolverse en la sociedad.
“Quiero que mi historia sirva para romper los estigmas de la pobreza, que quienes trabajan en el sector informal, ya sea vendiendo productos caseros o reciclando, hacen una labor digna y merecen ser respetados y celebrados”, manifiesta.
La joven consideró que es momento de dejar de romantizar la pobreza, que es hora de cuestionar al Estado y mejorar las políticas públicas.
Refirió que el sistema debe enfocarse en proyectos de reducción de pobreza de forma real, que historias como la de ella mañana deben ser algo común y que estas oportunidades no sean tan difíciles de acceder.
La egresada planea permanecer un tiempo más en el extranjero mientras estudia su masterado. La misma anhela que en nuestro país se establezcan programas de reinserción laboral para los jóvenes que se preparan en el exterior.
Opinó que ello permitirá que puedan implementar sus conocimientos para mejorar las políticas públicas de Paraguay.
Aparte de manejar las lenguas oficiales del país, habla inglés, francés y portugués; recorrió 14 países, y en los cuatro años de su carrera llegó a vivir en Suiza, Panamá y EEUU.
