Durante la sesión, cinco concejales estuvieron a favor de la revocatoria del mandato de Duarte como gobernador y dos en contra. El tratamiento del caso se dio mediante el pedido de dos concejales de la oposición, Norma Laguardia (PLRA) y Nicolás Feltes (PEN), quienes argumentaron que el gobierno departamental atraviesa un caos institucional actualmente.
La mayoría de los ediles decidieron elegir a la concejala Benítez para reemplazar en el cargo a Duarte Filho que estuvo como gobernador desde enero de este año.
Después de darse a conocer la decisión de los ediles, en horas de la tarde tuvo repercusión el tema en la localidad de Puerto Casado, lugar de origen de la nueva jefa departamental, donde un numeroso grupo celebró con caravanas y petardos el nombramiento.
A la destitución también se sumó la denuncia que fue realizada en la Fiscalía General del Estado por un ciudadano, quien acusó a Duarte de nepotismo al nombrar secretaría de finanzas a un familiar.
Además, los concejales le acusaron de abuso de autoridad como ordenador de gastos al cometer el hecho de corrupción penado por ley.
Con la decisión tomada por la Junta se aproxima un caos en la administración del gobierno departamental.
Las necesidades primordiales de los habitantes corren el riesgo de postergarse nuevamente hasta el próximo agosto en que el nuevo gobernador tomará posesión de cargo y ponga estabilidad en la institución.
En los gobiernos departamentales que han transcurrido siempre hubo nepotismo por parte de los gobernantes, sin embargo pocas veces fue denunciado por la ciudadanía o por autoridades.
En el caso de Ricardo Duarte Filho resultó diferente y fue el argumento para la revocatoria de la resolución que le había nombrado gobernador.
Esta situación mantendrá al departamento chaqueño con una suerte de dos gobernadores como ya había ocurrido en un periodo de gobierno anterior cuando dos bandos se peleaban por administrar los recursos de la gobernación.