Inicialmente, una incursión permitió la localización de ocho hectáreas de cultivos de marihuana, junto a un campamento de acopio.
La droga totalizó unos 24.000 kilos. Mientras que en otra locación cercana se localizaron otras dos toneladas de cannabis.
La plantación y el centro de acopio estaban ocultos en zonas protegidas correspondientes a la Reserva Natural del Bosque Mbaracayú.
Las áreas protegidas están expuestas a la destrucción de sus bosques para la instalación de plantaciones de marihuana.
Tanto la Senad como el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sustentable informan que realizan constantes monitorios en áreas naturales protegidas.