El hecho fue denunciado como supuesto hurto y actos de vandalismo el viernes pasado, ante la Subcomisaría 19ª de Colonia Campo Agua-e, del distrito de Curuguaty, del Departamento de Canindeyú, y fue comunicado al Ministerio Público.
Desconocidos causaron destrozos en el lugar donde ocurrió la masacre de Curuguaty, donde recientemente se construyó el Parque de los Mártires de Marina Cué.
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Se llevaron un cartel metálico, 25 metros de tejidos de un cerco que rodeaban a un manantial, 25 tablones y trozos de madera de bancos que fueron construidos por los pobladores de la comunidad Marina Cué, aglutinados en la Asociación de Familiares y Víctimas de la Masacre de Curuguaty.
Martina Paredes, presidenta del grupo, denunció los destrozos a las autoridades locales y manifestó a Última Hora que los actos se produjeron a raíz de las diferencias que mantiene con Néstor Castro, víctima, ex preso y condenado por la masacre.
En el documento que se comunica el hecho a la Fiscalía señala que los pobladores que construyeron el parque “tenían amenazas por parte de personas inadaptadas que destruirían el parque y que no estaban de acuerdo con las obras en el sitio”.
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Las obras en el parque fueron inauguradas el miércoles pasado, día en el que se conmemoró los 10 años de la matanza, en la que 6 policías y 11 campesinos perdieron la vida el 15 de junio de 2012 y que tuvo como derivación el juicio político al entonces presidente de la República, Fernando Lugo.
La semana pasada se realizó una misa y acto recordatorio en el sitio en memoria de aquel suceso.
Los habitantes de Marina Cué actualmente están divididos por el reclamo de la regularización de las tierras al Estado, ya que la Asociación de Familiares y Víctimas de Marina Cué está dispuesto a negociar la tranferencia de 1.748 hectáreas con el Gobierno.
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Mientras que el grupo liderado por Héctor Castro, exige 2.000 hectáreas para la Reforma Agraria.
No obstante, los familiares actualmente se encuentran trabajando sobre un proyecto que busca el cambio de categoría de la tierra ocupada por la comunidad hace más de ocho años, que en 2015 fue declarada como reserva científica bajo la denominación de Reserva Natural Yberá.