La Fiscalía de Colombia ya imputó a Samuel Zuleta Márquez, principal sospechoso del asesinato de Francisco Luis Correa Galeano, ocurrido el pasado 2 de enero en una celda del pabellón 32 de la cárcel La Picota, en la que estaban ambos.
La audiencia, que contó con la participación de la fiscala Gilma Patricia Salinas Patiño, el defensor del implicado y una jueza de Control de Garantías de Bogotá, fue divulgada por el portal Focus Noticias de Colombia.
Salinas Patiño comenzó su intervención detallando que, durante la madrugada de aquel jueves 2 de enero, se reportó la diligencia de verificación de un cadáver. En ese procedimiento se percataron de que se trataba de Correa Galeano, cerebro del crimen del fiscal Marcelo Pecci.
En el interior de la celda se encontraban aproximadamente nueve personas privadas de libertad, entre ellas, Francisco Correa y Zuleta Márquez, quien agredió al ahora fallecido y le propinó una herida en la zona del pecho.
Tras la agresión, un guardia de seguridad abrió la puerta de la celda y comenzó a evacuar a los otros reclusos. En el piso estaba el cuerpo sin vida de Correa Galeano y sentado en una silla, riéndose, Zuleta Márquez.
“Yo lo maté, yo lo pago”, fueron las expresiones del agresor. Posteriormente, sacó del bolsillo un arma blanca, conocida como “patecabra”. El arma fue arrojada sobre la cama.
Samuel Zuleta Márquez se quedó en la silla hasta que llegó personal de policía judicial, lo esposaron y luego lo sacaron de la celda.
Uno de los reclusos que se encontraba esa noche en el interior de la celda, en compañía de Zuleta Márquez y de Luis Correa Galeano, manifestó que observó el momento en que el sospechoso sacó una navaja junto a su víctima, que se encontraba sentado en la cama.
Zuleta también manifestó a sus compañeros de celda que lo mató. Al parecer, el hoy fallecido lo trataba de violador y esa fue la causa que dio origen a la agresión, comentó la fiscala.
En cuanto a los elementos materiales probatorios, la agente del Ministerio Público cuenta con varios informes, reportes, entrevistas de 13 testigos, la inspección del cadáver y un álbum fotográfico.
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“Como quedó reflejado en la génesis de la investigación, el hecho que hoy nos ocupa se cometió con un arma blanca, que se utilizó contra la humanidad de la víctima con el único fin de segarle la vida”, sentenció Salinas Patiño.
Seguidamente, señaló que la víctima no contaba con objetos para defenderse y fue imposible proteger su integridad física ante la agresión.
“Es aquí donde se evidencia el grado de desprecio por la vida humana por parte del imputado. Cuando no solo le bastó lesionar a la víctima, sino a las manifestaciones posteriores que hace al cuerpo sin vida”, subrayó.
En cuanto a la modalidad, dijo que se pudo evidenciar la manera dolosa en la que actuó, ya que el ataque se realizó “de manera sorpresiva e inesperada y no solo para la víctima, sino para los demás reclusos”.
Seguidamente, la fiscal pidió se imparta la medida de aseguramiento en el centro penitenciario, con la finalidad de asegurar su comparecencia al proceso final hasta su culminación.
Describió a Zuleta Márquez, quien aceptó todos los cargos, como una persona “que es proclive a cometer delitos”. El sujeto fue imputado por supuesto homicidio agravado.
Actualmente el mismo cumple una condena por homicidio agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.
Mientras que su víctima, Francisco Correa, era considerado el cerebro del crimen de Marcelo Pecci, ocurrido el 10 de mayo de 2022 en las playas de Barú.
En su declaraciones señaló al ex presidente Horacio Cartes y Miguel Insfrán, alias Tío Rico, como supuestos autores morales.
Tras un acuerdo por su colaboración en la investigación, el juzgado lo condenó como autor del delito de porte ilegal de armas con funciones agravadas, en concurso heterogéneo y sucesivo con amenazas contra un servidor público, en virtud al acuerdo, a una pena de seis años y seis meses de prisión.