Los reporten señalan que los hechos ocurrieron entre los meses de abril y agosto, y todo apunta a que se trataría de una forma de castigo que miembros de una facción criminal dispusieron en el penal, en torno a caso de alquiler de ciertas celdas.
Otros vestigios de violencia que reportaban algunos de los internos se dieron en las partes de la espalda y glúteos, que muestran rastros de golpes con algún objeto en repetidas ocasiones.
Ante las denuncias de violencias, el fiscal Édgar Villaverde allanó el penal para corroborar los hechos, que ahora serán investigados.
Días atrás, el Ministerio de Justicia activó el protocolo de seguridad en el Centro de Rehabilitación Social (Cereso), tras recibir la denuncia de supuestos hechos de tortura a internos, como mutilaciones de los dedos, cortes y otros.
A raíz de esto se ordenó la intervención por parte de la Dirección General de Derechos Humanos, Anticorrupción e Inspectoría.
En la ocasión, el viceministro de Política Criminal, Víctor Benítez, confirmó que se encuentran verificando supuestos hechos de torturas a reclusos.
“Recibimos la noticia de que dos reos fueron trasladados hasta al Hospital Regional (de Encarnación) con algunas heridas cortantes y contusas. Debemos corroborar qué fue lo que pasó en ese lugar, si fue una gresca entre los internos o agresiones por parte de agentes penitenciarios”, explicó Benítez.