La Policía Nacional confirmó este lunes que el ex fiscal de la Unidad Especializada Antisecuestro y ex viceministro de Seguridad Interna, Javier Ibarra, quien fue hallado muerto días pasados en su vivienda de San Lorenzo, tenía restos de pólvora reciente en sus manos.
Si bien con esto no se podría descartar la hipótesis de que atentó contra su vida, el caso aún se maneja principalmente como un posible asesinato, informaron a través de Monumental 1080 AM.
La Fiscalía y la Policía Nacional inspeccionaron por segunda vez la casa, pero hasta el momento no lograron dar con ninguna persona que pueda estar detrás de la muerte del ex agente del Ministerio Público.
Durante el procedimiento, en una de las habitaciones se encontraron un total de nueve armas de fuego cortas y largas embaladas pertenecientes a la víctima, pero ninguna habría sido la utilizada para el hecho, según afirmó a los medios el fiscal Julio Ortiz.
No obstante, el agente manifestó que, según los conocidos de la víctima, Javier Ibarra contaba con otra arma semiautomática de bolsillo de calibre .22 que siempre portaba en una riñonera, pero la misma hasta el momento no fue ubicada.
Las características de este último armamento aparentemente coinciden con una vainilla percutida del mismo calibre, que fue encontrada en la primera inspección de los investigadores.
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Además, recordó que el ex fiscal falleció como consecuencia de dos impactos de proyectil, por lo que hasta el momento se sigue sosteniendo como un presunto caso de asesinato.
El cuerpo sin vida del ex representante del Ministerio Público fue encontrado el viernes pasado en su casa en San Lorenzo, Departamento Central, tras la comunicación al Sistema 911 por parte de un vecino.
Este último manifestó que un familiar de Ibarra le había pedido que fuera hasta la vivienda del ex fiscal, por el hecho de que estaba intentando comunicarse con él, sin conseguirlo.
Posteriormente, se confirmó que el cuerpo presenta dos impactos de bala en la cabeza y aparentemente los disparos se habrían realizado desde arriba, mientras que él se encontraba sentado durante su muerte.