Marcos Román González (42), el principal sospechoso de la muerte de dos uniformados en Ciudad del Este, habría llegado a esa zona del país contratado para llevar adelante asaltos a entidades financieras, según datos que maneja la Policía.
El hombre es considerado uno de los más temibles criminales, por su condición resolutiva y manejo de las armas.
El comisario Marcelino Espinoza, de Investigación de Delitos de Alto Paraná, indicó que el hombre llegó dos días antes del ataque a los uniformados a la capital del Alto Paraná.
De acuerdo con las informaciones, alquiló una casa por valor de G. 1.500.000 por la que pagó por adelantado.
También se habría comprado un automóvil, de la marca Mercedes-Benz, para moverse por la ciudad.
La presunción que tienen los uniformados es que el hombre es parte de una estructura criminal que planeaba asaltos a grandes dimensiones, ya sea a transportadores de caudales o a alguna entidad financiera.
Román González ya habría participado en grandes asaltos como el ocurrido en la oficina de la ANDE, en Caaguazú, donde los asaltantes se alzaron con G. 450 millones.
SICARIATO. Otra de las presunciones que tienen los uniformados es que el hombre haya sido contratado por organizaciones criminales para un hecho de sicariato, que sería otra de sus especialidades.
En el momento de su detención, Román destruyó dos teléfonos celulares para evitar que le sigan los rastros, explicaron los intervinientes.
La fiscala Analía Rodríguez Palacios pidió prisión preventiva para el sospechoso de asesinar a balazos a dos policías, el viernes 27 de agosto, en el barrio Ciudad Nueva de Ciudad del Este. Los suboficiales José Roberto Cáceres y Víctor Ramón Franco, que hacían controles por la zona, murieron de varios balazos, que habrían salido del arma del detenido.
Investigado por asesinato a odontólogo en Guarambaré
Marcos Román González tenía orden de captura por el caso del asesinato al odontólogo Enrique Antonio Silgueira Solalinde, ocurrido el pasado 8 de enero en Guarambaré, Departamento Central.
La información que manejan los intervinientes es que el hombre fue contratado como sicario para acabar con la vida del joven profesional.
El que habría pagado por sus servicios es nada menos que el tío de la víctima, Erwin Jorge Solalinde Krause, alias Koki, condenado a ocho años de cárcel por narcotráfico. El hombre habría planeado la muerte desde su lugar de reclusión. Koki es considerado autor intelectual del crimen. Por este caso también está procesada María Esther Krause Vda. de Solalinde, madre de Erwin, que habría estado enterada del plan.