La Policía de Investigaciones de la ciudad de Caaguazú aprehendió en la mañana de este jueves a uno de los dos hombres que contaban con orden de captura por haber atropellado, con arma de fuego en mano, una capilla para detener a un adolescente que habría entrado a la casa de la madre de ambos a robar dinero y un celular.
Los involucrados en el intento de justicia por mano propia fueron identificados como Marcelo Escobar, de profesión abogado, este fue aprehendido, mientras que su hermano Francisco Díaz Escobar se estará presentando en las próximas horas ante las autoridades.
La fiscal Nilsa Torales imputó a los hermanos por varios cargos, entre ellos Producción de riesgos comunes, usurpación de funciones públicas y amenaza de hechos punibles son los cargos de la imputación.
En tanto, el Ministerio Público solicitó prisión preventiva de ambos sujetos y el juzgado de garantías deberá resolver el pedido en el correr de las horas.
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Uno de los involucrados, reconoció haber actuado de manera equivocada y aseguró que ellos son las víctimas del hecho.
“Lamento lo sucedido. El video virilizado está cortado y no muestra la realidad. Nosotros fuimos las víctimas de robo de celular y dinero en efectivo. El muchachito quiso correr y nos agredió comenzando la escaramuza hasta aguardar la presencia policial”, dijo Sergio Marcelo Escobar.
En tanto, el adolescente que fue atacado y supuestamente sería quien ingresó a la casa de los hermanos Escobar fue beneficiado con la prisión domiciliaria luego de permanecer por 3 días en el calabozo de la comisaria segunda de Caaguazú.
Antecedentes
Dos hombres munidos de arma de fuego atropellaron la capilla San Antonio de Padua, del barrio Industrial, de la ciudad de Caaguazú, del departamento homónimo, mientras se realizaba una reunión de catecismo de niños y adolescentes.
En medio de una violencia extrema sacaron de entre las personas a un adolescente de 15 años para torturarlo frente a todos.
El objetivo era supuestamente recuperar un teléfono celular que estaba en poder del joven, quien lo habría hurtado del negocio perteneciente a la madre de los dos atacantes.
El adolescente fue sacado a los golpes de la capilla, luego de que presuntamente se localizó en su poder el dispositivo móvil vía GPS.
Los dos hombres manifestaron ser personal de Investigación de Delitos de la Policía Nacional, quienes, a patadas, estirones e incluso disparos de arma de fuego, llevaron arrastrando al catequizando, según manifestaron los testigos.