El jefe de Investigaciones de la Policía Nacional en el Departamento de Amambay, Rubén Paredes, confirmó a Última Hora la detención de Clemencio González Giménez, alias Gringo, vinculado al narcotráfico.
La detención se produjo tras un allanamiento realizado en un condominio de la ciudad fronteriza con Brasil. González se intentó resistir a la detención con disparos, según la información que brindó el comisario Paredes.
El hombre fue trasladado hasta el Ministerio Público en un vehículo blindado y fuertemente custodiado por agentes policiales y militares y con el acompañamiento del fiscal Pablo Zorrilla. Por motivos de seguridad, el hombre sería traído a la capital del país.
El Gringo era buscado por diferentes hechos, entre ellos el secuestro y muerte de Amado Felicio Martínez en el 2004, luego de que su hermano muriera en un accidente en el que estuvo involucrado Martínez.
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También se menciona una amenaza de muerte a 10 agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), por la incautación de 500 kilos de cocaína de su estancia en Pedro Juan Caballero.
De igual manera, habría ofrecido importantes sumas de dinero a un ex agente policial para asesinar al ex fiscal, ex ministro de la Senad y a la fecha nuevo ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, como también al ex legislador Robert Acevedo.
Desde enero del 2015, González era buscado como autor del robo de 252 kilos de cocaína que se resguardaban en la Jefatura Policial de Pedro Juan Caballero. El hombre había utilizado uno de sus vehículos particulares para rescatar la droga.
Entre otras cosas, se lo vincula con el asesinato del policía de Investigación de Delitos Óscar Vargas.
En el 2017, se allanó su vivienda, pero no se pudo dar con el mismo. También ese mismo año una camioneta de su propiedad fue rociada a balas por supuestos miembros del Primer Comando Capital (PCC).
En el interior del rodado se encontraban Wiliam Giménez Bernal, de 28 años, y su hijo Gabriel Giménez González, de 5 años. William había visitado en cinco ocasiones a Jarvis Chimenes Pavão en su lugar de reclusión en la Agrupación Especializada de la Policía Nacional. Pavão finalmente fue extraditado al Brasil por hechos de narcotráfico.
“Gringo” estableció sus negocios en Pedro Juan Caballero y sobrevivió a varias disputas en la frontera, tras haber trabajado con el Padrino, Fahd Yamil, y con el líder del Comando Vermelho, Fernandiho Beira Mar, según los antecedentes.