Un hombre de 22 años fue detenido este lunes como sospechoso de haber perpetrado el tiroteo durante el desfile del Día de la Independencia de Estados Unidos en una ciudad cercana a Chicago, lo cual dejó al menos seis muertos y 24 heridos, un ataque que ensombreció la fiesta más patriótica del país.
El sospechoso identificado como Robert Crimo “fue detenido sin incidentes” en las afueras de Chicago tras el tiroteo ocurrido en la localidad de Higland Park.
Disparando desde un techo contra la multitud que se había reunido para el tradicional desfile, el sospechoso desató escenas de caos mientras los espectadores corrían para salvar sus vidas.
A lo largo de la ruta del desfile, podían verse sillas abandonadas y otras pertenencias esparcidas tras la desesperada huida.
Autoridades dijeron que unas dos docenas de personas, incluyendo niños, eran atendidos por heridas de bala, algunos de ellos en condición crítica.
El sheriff de Lake County aseguró que Crimo estaba “bajo custodia”. Más temprano, la policía había advertido que se encontraba armado y que era “muy peligroso”.
El tiroteo se produjo en el marco de una ola de violencia armada que azota a los Estados Unidos, donde aproximadamente 40.000 personas mueren anualmente por armas de fuego.
Nota relacionada: Tiroteo en un desfile de EEUU deja al menos seis muertos
El tiroteo ensombrece la fiesta más patriótica de Estados Unidos, en la que pueblos y ciudades llevan a cabo desfiles para conmemorar esta fecha y donde se visten con diferentes versiones de su bandera, asisten a eventos deportivos y celebran con fuegos artificiales.
“Estábamos preparándonos para salir a marchar por la calle cuando una oleada de gente empezó a correr hacia nosotros. Y justo antes de eso, escuchamos pop, pop, pop, pop, pop, y creí que eran juegos artificiales”, relató Emily Prazak, quien iba a participar en el desfile.
Espectadores como blanco
Don Johnson, que esperaba ver el desfile dijo que al principio pensó que los disparos eran ruidos del motor de un auto. “Y finalmente, escuché los gritos desde la otra cuadra y gente corriendo, cargando a sus niños y sus cosas, y corrimos a una estación de servicio”, dijo a la AFP.
Oficiales de policía dijeron que el tiroteo comenzó alrededor de las 10.14 (15.14 GMT), cuando el desfile llevaba más de tres cuartas partes del recorrido.
“Parece que los espectadores eran el blanco. Así que muy al azar, triste”, dijo el portavoz de la fuerza de crímenes mayores del condado de Lake, Christopher Covelli.
Cinco de las seis personas asesinadas en el ataque murieron en el lugar, mientras que la sexta lo hizo de camino al hospital.
Brigham Temple, del hospital de Higland Park a donde fueron llevadas la mayoría de las víctimas, informó de que habían recibido a 25 víctimas con heridas por arma de fuego, con edades comprendidas entre los 8 y los 85 años. De ellos, “cuatro o cinco” menores.
Las autoridades afirmaron que el tirador usó un “rifle de alto poder”. “Todo indica que (el sospechoso) era discreto, era muy difícil de ver”, agregó Covelli.
Un mexicano está entre las víctimas mortales, según informó el canciller de ese país, Marcelo Ebrard. “Nuestro apoyo a la comunidad de Chicago en su dolor y tristeza por esta tragedia”, dijo Ebrard en Twitter.
Más de 300 tiroteos masivos
El presidente Joe Biden afirmó que tanto él como su esposa Jill estaban “conmocionados por la violencia armada sin sentido que una vez más trajo dolor a una comunidad estadounidense en este Día de la Independencia”.
“No voy a dejar de luchar contra la epidemia de violencia armada”, prometió.
La semana pasada Biden firmó la primera legislación importante en décadas sobre seguridad y control de armas, solo días después de que la Corte Suprema reconociera el derecho fundamental de los estadounidenses a portarlas.
El debate sobre el control de armas, que divide profundamente a la sociedad, se ha reavivado tras las dos masacres más recientes, la de 10 afroamericanos en el norte del estado de Nueva York y por otra parte, la de 19 estudiantes y dos maestras en una escuela de primaria de la localidad de Uvalde, en Texas.
De acuerdo con el sitio web Gun Violence Archive, en 2022 ya son 309 los tiroteos registrados en Estados Unidos, incluyendo al menos otros tres el 4 de julio, sin víctimas.
“Es devastador que la celebración de Estados Unidos fuera desgarrada por una peste exclusivamente estadounidense”, dijo el gobernador de Illinois, JB Pritzker, a la prensa.
“Un día dedicado a la libertad ha puesto de relieve la única libertad que como país nos negamos a defender: la libertad de nuestros conciudadanos a vivir sin miedo de la violencia armada”, afirmó.