Ayer, durante el cierre del relleno sanitario por parte de gancheros, en demanda de reparación de caminos internos que complican la llegada de recolectores hasta los módulos, saltó la denuncia de una abultada deuda municipal por la disposición final.
Enrique Ortuoste, gerente de Empo, explicó que lo adeudado asciende a G. 8.500 millones por los meses de setiembre, octubre, noviembre y diciembre, por lo que corresponde a la administración del intendente Mario Ferreiro.
No obstante, el actual director de Gabinete de la Comuna, Wilfrido Cáceres, dijo que asumen el compromiso de pago de esa cuenta pero que la recaudación no es suficiente. Apuntó que en el último mes del 2019 ingresaron G. 50 mil millones a las arcas municipales; en tanto que este enero, G. 29 mil millones.
Esto se suma a un laudo arbitral donde el Municipio reclama rescindir ese contrato por ingreso de basura de otros municipios y presentación de certificado de cumplimiento tributario adulterado, mientras Empo habla de incumplimiento en el reajuste de la tarifa por ingreso de basura, donde el último data de 2003, y reclama indemnización por G. 144.269.197.517.
CONFLICTO. Tras el arribo de un acuerdo entre gancheros, Empo y la Comuna capitalina, luego de cinco horas de cierre volvieron a ingresar los camiones para el depósito de los residuos sólidos domiciliarios.
Entre los rodados se observaron máquinas de los municipios de Capiatá y de Lambaré que sorprendieron al director Wilfrido Cáceres, quien dijo que la Dirección de Asuntos Jurídicos ya trabaja en el tema de fiscalizar que todo esté conforme al contrato vigente, el que no admite el ingreso de desechos de otros municipios.
Ortuoste salió al paso y señaló que el contrato establece que se puede recibir basura de otras comunas, pero que en el 2017 la Junta Municipal sacó una resolución que prohibía tal situación.
Aclaró que no pudieron cumplir con ese fallo porque los gancheros presentaron y ganaron un amparo que obliga a meter desperdicios de Capiatá, Lambaré e Itauguá.
Dijo que la reparación de la destruida calle Teniente Cantaluppi, que lleva a Cateura, es responsabilidad municipal.
Cáceres expresó que tienen un plan vial para recuperar la capa asfáltica asuncena, entre las cuales está la citada arteria.
Mary Céspedes, ganchera de Asotravermu, dijo que se movilizarán las veces que esté en juego el ingreso de desechos que les permite llevar el pan a sus casas.
La deuda afecta la calidad del servicio, ya que no podemos pagar a nuestro personal, a los proveedores. Todo se resiente.
Enrique Ortuoste,
gerente de Empo.
Cateura es solo para la basura de Asunción. Que otros traigan la suya es un despropósito que se debe revertir.
Wilfrido Cáceres,
director de Gabinete.