El pedido se realizó a través de un documento firmado por el intendente en el que se remite un pliego de bases y condiciones para la subasta pública de bienes inmuebles de dominio privado municipal. La solicitud generó suspicacias, atendiendo a que actualmente, la Comuna de Asunción arrastra deudas por valor de G. 2.557.717.762.033, de acuerdo con el último balance general socializado esta semana con los ediles.
En el documento remitido por Rodríguez se indica que “el importe proveniente de los bienes subastados será destinado a servicios de la deuda, gastos operativos y gastos de inversión”.
El director de Gabinete de la Municipalidad, Nelson Mora, dijo a ÚH que la zona en cuestión se encuentra en el terreno conocido como “Casita de Colores”, en la zona de General Santos y avenida Costanera. En este caso se trataría de cuatro hectáreas de terreno, a las que se sumarían dos hectáreas más de la zona de autocine, ubicada en las proximidades del Palacio de López.
El precio de las hectáreas se calculó a través de tres tasaciones “de los mejores tasadores del país”, aseguró Mora. “Se tomó el precio más alto como base del inicio de la subasta a la alta. Esto viene del proyecto que nosotros veníamos manejando ya del 2021 del Plan Maestro de Franja Costera, que lo hicimos con el arquitecto Javier Corvalán”.
Indicó que el proyecto para el lugar es desarrollar “una zona de diversión en el lugar, una zona hotelera, de gastronomía. La Junta Municipal tiene ahora la tarea de estudiar el pedido a través de sus distintas comisiones y aprobarlo durante una próxima sesión.
DEUDAS Y SALARIOS. El concejal Álvaro Grau (PPQ) cuestionó este pedido asegurando que el intendente “se cree dueño” de las tierras de los asuncenos y que el dinero de la subasta planea usarse para el pago de deudas y salarios. “Están pretendiendo vender tierras para pagar el desastre financiero y la ruina a la que llevó este intendente irresponsable a la Municipalidad”, criticó el edil.
Mencionó que la venta de estas tierras es contraproducente, pues pueden llegar a valer mucho más una vez que se desarrollen. “Este no es el camino”, afirmó. “Tenemos brillantes modelos de desarrollo de costaneras en los que los municipios no se despojaron de sus tierras, y uno de esos ejemplos es Puerto Madero. La ciudad de Buenos Aires no vendió sus tierras, se consorció con el sector privado y hoy en día valen mucho más de lo que valían en su momento.
