La liberación de las tortugas Terecay, declaradas en peligro en Colombia, y Galápago se produjo en inmediaciones de Caño Juriepe, una vertiente del río Meta cercana al casco urbano de Puerto Carreño, la capital departamental, informó la Armada colombiana en un comunicado.
La familia Cárdenas Bustos, gestora de esta iniciativa, comenzó sus actividades de protección ambiental desde hace más de diez años como parte de una estrategia para contrarrestar la afectación a estas especies de tortugas que habitan en las riberas del río Meta, cazadas para consumo humano y que también son vendidas como mascotas.
Ante esta iniciativa, algunas instituciones y personas de la comunidad se han venido sumando a las actividades que año tras año realiza la familia Cárdenas Bustos.
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En esta oportunidad se realizó una labor que inició entre enero y febrero de este año con la recolección de huevos en las riberas del río Meta, para vigilar durante 70 días su incubación y, finalmente, devolverlas a su hábitat natural.
La Terecay, conocida científicamente como “Podocnemis unifilis”, y la Galápago (Podocnemis vogli), son cazadas cuando son tortuguillas y en su edad adulta, no solo para consumo, sino también para elaborar aceites y ungüentos medicinales con su grasa o para comercializarlas como mascotas.
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Por este motivo, en 2017 el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, incluyó la tortuga Terecay en el listado de las especies en peligro de nuestro país.
Las más de 1.200 tortugas devueltas a su hábitat natural durante esta última acción se suman a otros dos grupos de estas mismas especies liberados en días pasados, para un total aproximado de 3.000 tortugas, logrando con proyectos como estos, aportar a la conservación de la fauna de la región Orinoquía.
Fuente: EFE.