Cada vez son más los jóvenes afectados por la diabetes en Paraguay. Según los especialistas, hay un gran porcentaje que posiblemente desconoce que la padece. No obstante, uno mismo puede detectar los síntomas de la afección, aunque lastimosamente estos aparecen cuando la enfermedad ya está desarrollada.
¿Cuáles son estas señales? Las conocidas como cuatro P pueden servir de “delatoras” y provienen de términos médicos: la poliuria, la polifagia, la polidipsia y la pérdida de peso.
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Los médicos Elvio Bueno, endocrinólogo e investigador del Hospital de Clínicas y ex presidente de la Sociedad Paraguaya de Diabetología, y María Larrosa, diabetóloga del Instituto de Previsión Social (IPS), periférica Boquerón, conversaron con Última Hora sobre la patología, cuyo diagnóstico se da por la elevada cantidad de azúcar en la sangre.
Ambos profesionales expusieron sus criterios al respecto y coincidieron en que a las consultas acuden pacientes cada vez más jóvenes, pero esto aún no está contemplado en cifras oficiales.
La última encuesta del Ministerio de Salud a nivel nacional (2011), que se realizó a través de la Dirección de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, señaló que casi 700.000 paraguayos de entre 45 y 70 años tenían diabetes, 9,7% de la población general.
Las cuatro P de la diabetes
Desde Salud Pública se señala que esta patología es una “asesina silenciosa”, ya que se puede dar la ausencia de signos durante los primeros años o la existencia de estos, pero de forma muy sutil.
Según la doctora Larrosa, todos los tipos de diabetes tienen cuatro síntomas principales en común que, incluso, pueden ser identificados por uno mismo. “Hay síntomas claros y concisos que muchas veces se saben de promociones y charlas que se hacen, y por los cuales los pacientes van un poco a las consultas, porque les llaman la atención”, acotó la especialista.
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Citó primero la poliuria, que provoca las ganas de orinar mucho; luego la polifagia, que se traduce en tener mucha hambre; también la polidipsia, que es el aumento excesivo de la sed, y, por último, la pérdida de peso, que se da sin ningún motivo aparente.
La profesional recalca que son síntomas claves que pueden constituirse en señales de alerta sobre el desarrollo de la enfermedad.
Deben llamar la atención los riesgos
Para el doctor Elvio Bueno, las campañas preventivas sobre la diabetes en Paraguay deberían enfocarse en los factores de riesgos y no en los síntomas, puesto que esto significa que la enfermedad ya está desarrollada. En este caso, solo queda el tratamiento.
“Es muy importante que la población se entere o se informe de cuáles son los factores de riesgos para el desarrollo de diabetes y consultar, incluso, antes de que aparezcan las cuatro P”, argumentó.
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Antecedentes familiares de diabetes, obesidad o sobrepeso, o sedentarismo, son algunas de las condiciones que se deben considerar como riesgosas.
Asimismo, Bueno definió a la afección como “un grupo de enfermedades”, porque tiene diferentes orígenes. Sostuvo que si bien los tipos de diabetes tienen síntomas en común y se traducen en las mismas complicaciones, “está claro que el origen es diverso”.
La diabetes tipo 1, que predomina más en niños y jóvenes, se da porque el organismo –por defecto– no produce insulina; mientras que la diabetes tipo 2, más frecuente en adultos, es por causa de factores varios. La gestacional, por su parte, ocurre durante el embarazo y suele ser a consecuencia de la obesidad.
Causas: Prevalecen sedentarismo y obesidad
De entre los tipos de diabetes, la más frecuente es la del tipo 2, afirmaron tanto Larrosa como Bueno, quien enfatizó que a eso apuntan las campañas de prevención. Según Salud Pública, es el tipo que tienen el 90% de las personas que padecen esta enfermedad.
La diabetóloga del IPS, que atiende en la periférica de Boquerón, resaltó que en su consultorio recibe a pacientes cada vez más jóvenes, de entre 25 y 30 años, con esta tipología.
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“La causa es multifactorial. Pueden ser por el sedentarismo –que en Paraguay existe mucho–, el estrés de por sí influye porque no hay actividad física ni alimentación adecuada. También tenemos los factores genéticos hereditarios, pero, sobre todo, la obesidad, la hipertensión, el tabaquismo y la mala alimentación”, enumeró.
Subrayó que más allá de que se haya tenido a uno de los padres o a algún familiar con diabetes, no significa que “en el 100%" de los casos la misma será heredada.
Niños con prediabetes
El profesional del Hospital de Clínicas agregó que a nivel nacional hay niños, de entre 11 y 14 años, que “por el estallido de la obesidad” ya fueron diagnosticados con prediabetes, que es la etapa del principio de la enfermedad y se detecta en la sangre a partir de los 100 mg/dl glicemia en ayunas.
Reiteró la importancia de comprender los factores de riesgo para consultar al médico y conocer la condición de salud.
“Si esos elementos ya se detectaron el año pasado o hace dos años, sería bueno que se vea cuál es la situación real de posibilidad de desarrollo de diabetes, o si ya tiene (diagnosticada), de modo a tratarla en una etapa temprana. Si se descubre en la etapa de prediabetes, es muy bueno, y si es en los primeros años de la diabetes, es bueno, pero no tan bueno como en la etapa de prediabetes”, estimó.
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Con esto, Elvio Bueno reforzó lo afirmado por María Larrosa, de que incrementó el número de pacientes cada vez más jóvenes, principalmente, con el tipo 2.
El mismo médico dijo que el diagnóstico de la diabetes, que es una hiperglucemia, se confirma desde los 126 mg/dl de glicemia en ayunas, y que cuando se está muy por encima de ese rango es cuando aparecen las complicaciones crónicas.
En etapa de prediabetes o en los primeros años del diagnóstico, el azúcar en la sangre se puede controlar, o volver a un estado normal, cambiando el estilo de vida, adoptando una alimentación saludable, con actividades físicas y la realización de controles clínicos, al menos una vez al año.
La diabetes, una vez confirmada, ya no se cura, pero requiere tenerla de por vida bajo control para no caer en complicaciones crónicas.