Paró el ritmo acelerado de la sociedad y el silencio de las calles vacías se impuso durante varias semanas. El Día del Trabajador se recuerda este viernes con la última etapa de la cuarentena total que vació la mayoría de los puestos laborales y cerró las puertas de los comercios.
La pandemia del Covid-19 obligó a los trabajadores a cambiar totalmente la forma de realizar las tareas cotidianas y así enfrentar el problema que afecta históricamente al sector: el desempleo y la falta de estabilidad laboral.
Cualquier trabajo por más mínimo que sea representa una fuente de ingresos para sobrevivir. También es el camino para acceder a servicios básicos, como salud, alimentación, educación y vivienda digna.
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Sin embargo, los números reflejan la dura situación en la que quedaron los trabajadores. Al menos 6.500 empresas solicitaron la suspensión de sus actividades laborales al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (Mtess). Esto repercutió directamente en unos 90.000 trabajadores afectados por el cese laboral.
El fortalecimiento del teletrabajo
El docente y sociólogo Raúl Ricardi comentó a Última Hora que debido al escenario epidemiológico, todas las actividades laborales quedaron reducidas al mínimo y afectando al trabajo, que ahora se encuentra pasando por una hiperdigitalización.
“Pareciera ser un libreto que se escribe a nivel mundial y se impone en todos lados (sobre las medidas sanitarias y de confinamiento)”, remarcó Ricardi.
El profesional consideró que el trabajo ahora “está medido por la tecnología digital” y que el teletrabajo es una modalidad nueva que muchas empresas están optando en el país y en otras partes del mundo, ante las restricciones para evitar el contagio masivo del virus.
Sin embargo, precisó que la tendencia es que sigan aumentando el índice de desempleo y los problemas económicos. “Será difícil saber a ciencia cierta cuáles serán las consecuencias luego de que pase la pandemia”, señaló.
El empobrecimiento y los problemas en la convivencia también podrían ser otros detonantes de esta crisis, según advirtió el profesional.
Recurrir a la creatividad y solidaridad
El director del Centro de Atención a la Pequeña y Mediana Empresa (Capyme), Juan Ángel Bóveda, comentó que la situación que generó la pandemia causa mucha impotencia en el sector de los emprendedores.
Para ejemplificar la situación, recordó toda la crisis que generó el famoso y polémico proyecto del Metrobús, que pretendía ser un gran alivio para el transporte público, pero terminó siendo un fiasco.
"¿Qué es lo que podés hacer si tenés un agujero frente a tu negocio? La gente no circulaba y no se podía vender y solo se podía aceptar la realidad y ser creativos”, manifestó.
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Bóveda indicó que con el coronavirus no hay una solución mágica, pero que sí es factible recurrir a la creatividad y buscar nuevas formas de vender o de llegar hasta el consumidor final.
Así también, la innovación, hacer cosas diferentes y “darle un golpe de timón al barco” podrían ayudar a sobrellevar la situación de la pequeñas y medianas empresas.
“La gente se pregunta qué puede hacer. Tenemos que estar atentos a las necesidades de las empresas, de las personas o de otros negocios y este es el momento en el que debemos aferrarnos a la creatividad, a la innovación y al cambio”, refirió.
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El director de Capyme contó la experiencia del dueño de una pizzería que ante la disminución de sus ingresos se vio obligado a cambiar de rubro y puso en práctica sus conocimientos en herrería.
Ahora, con mucho éxito se dedica a la elaboración de tambores para el lavado de manos.
Algo que caracteriza al paraguayo es su espíritu solidario ante la situación de crisis. Al respecto, Bóveda dijo que solo con la ayuda de todos se podrá salir de esto y que realizar compras en las despensas del barrio es otra forma de ayudar.
Gremios de trabajadores preocupados
José Pineda, vicepresidente de la Central Unitaria De Trabajadores Auténtica (CUT-A), coincidió en que la situación es preocupante y que la falta de una respuesta rápida por parte del Gobierno solo aumenta la incertidumbre.
“Todos los planes (de ayuda económica) no llegan hasta las empresas y por eso siguen los despidos y las suspensiones. Tampoco hay una claridad en cuanto al retorno de la gente a sus puestos de trabajo”, aseveró.
Dijo que el día a día se volvió más pesado para las pequeñas y medianas empresas, ya que hace casi dos meses las actividades comerciales son nulas.
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“La gente comienza a cerrar sus empresas y deja en la calle a muchísima gente”, agregó preocupado. Además, cuestionó que no se puede seguir apostando al sistema de salvataje económico a través del endeudamiento.
“El endeudamiento es pan para hoy y hambre para mañana”, indicó. El 79% de los empleadores que comunicaron un corte en sus actividades son sectores gastronómicos, espectáculos y otros comercios de venta, de acuerdo a datos del Ministerio de Trabajo.
Para volver a reactivar la economía, el Gobierno analiza el proceso de flexibilización de las medidas sanitarias con una cuarentena inteligente. La reactivación laboral será gradual y sin exponer a los trabajadores.
La primera fase de la cuarentena inteligente inicia el próximo 4 de mayo.
En la Fase 1 podrán activar las industrias, como fábricas en general, talleres mecánicos, obras públicas, obras civiles en primera etapa de cimiento y estructura.
Según una encuesta aplicada por Mentú a 373 personas, la pandemia provocó un elevado impacto en la rutina laboral de los paraguayos.
Las cifras revelan que el 48% está trabajando más que antes, mientras que 4 de cada 10 alegan ganar menos que antes.
Mientras que a principios del mes de abril, según el Ministerio de Trabajo, al menos 3.095 personas consiguieron empleo durante este tiempo de cuarentena.
El Ministerio de Trabajo habilitó el (0981) 401-082 para recibir denuncias de empresas que no cumplan con las medidas sanitarias y ante amenazas de despidos, falta de pago o por no presentarse a hora al trabajo, teniendo en cuenta las limitaciones actuales en el sistema de transporte.