El ex fiscal general del Estado Javier Díaz Verón compareció este viernes ante la representante del Ministerio Público Carmen Gubetich. Está imputado por enriquecimiento ilícito y se presentó luego de dos semanas de que saliera una orden de detención en su contra.
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A su salida del despacho, manifestó que se declaró inocente ante la agente fiscal, pero no respondió a las consultas sobre la causa que enfrenta.
Aseguró a la prensa que se somete a la Justicia porque es un hombre de derecho. Sin embargo, se retiró raudamente hacia el Palacio de Justicia, donde el juez Julián López debe resolver la imposición de medidas.
Enfrenta la imputación de enriquecimiento ilícito porque no pudo justificar con documentos ingresos de G. 1.147.058.591.
Como su causa está tipificada como crimen y tiene una expectativa de pena de hasta 10 años, no puede tener medidas alternativas a la prisión, como sí podría tener su esposa, María Selva Morínigo, quien actualmente está en el Buen Pastor.
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En el caso de la mujer, la Justicia debe resolver si le otorga arresto domiciliario, ya que alega que debe cuidar de su hija con discapacidad y de su madre anciana.
Díaz Verón se entregó a tempranas horas de esta jornada en el Departamento contra Delitos Económicos de la Policía Nacional, quedó en calidad de detenido y fue trasladado en patrullera, sin esposas, hasta el Ministerio Público.
En el caso de Morínigo, la fiscala Gubetich le había levantado la orden de detención apenas se entregó y pudo trasladarse para su declaración indagatoria en un vehículo particular. Pero, finalmente, ambos se abstuvieron de declarar.