Los ciudadanos que presentaron una denuncia en contra de la intendenta de la ciudad de Ybycuí, María del Carmen Benítez, esposa del diputado Tomás Rivas, por la existencia de supuestas obras fantasmas, están preocupados por la total indiferencia del fiscal Juan Manuel Ledesma, quien desde su designación no llevó a cabo ninguna diligencia.
Los denunciantes ya presentaron tres urgimientos ante el apuro de la Comuna por emprender las obras señaladas como irregulares, pero sospechan que desde el Ministerio Público están dando tiempo a la jefa comunal para que se prepare ante un eventual allanamiento.
Ante este contexto, los denunciantes recurrieron a una escribana pública para dejar por sentado el estado actual de las obras, de ese modo se tendrá un respaldo documental de que cualquier evolución de estas es reciente.
EMPEDRADO FANTASMA. Una de las obras denunciadas es el camino de empedrado que se encuentra al costado del club 29 de Setiembre. Existe un acta de recepción de la obra; es decir, figura como concluida y fue recibida y firmada por la jefa de Obras de la Municipalidad, Mirtha Invernizzi, el 27 de enero de este año; sin embargo, la construcción no existe.
La empresa encargada fue Vialcons Ingeniería, cuyo representante, Esteban Rolón Batista, también firmó el acta de recepción.
El monto que la Municipalidad entregó fue de más de G. 81 millones.
Tras la denuncia, en los últimos días, se vio a obreros apresurar la obra.
Otro empedrado que figura en documentos, pero no existe es el de la calle Adalberto Canata, también en la zona del club 29 de Setiembre, por el cual la Comuna pagó G. 167.904.000.
La jefa comunal es además presidenta de la Organización Paraguaya de Cooperación Intermunicipal (Opaci). Lleva tres periodos al frente del Municipio, desde el 2005, y su administración despertó varias sospechas luego de que fuera obligada a presentar su ejecución presupuestaria del 2019, y un grupo de concejales reclamara la falta de documentos respaldatorios de los gastos, ya que se encontraron obras que no fueron ejecutadas, como un monolito; reparación de arcos y compra de redes para dos clubes, los cuales desmintieron haber recibido la asistencia; empedrados; reparaciones en la Casa Solariega, entre otras.
El diputado Rivas, también procesado por un caso de estafa y cobro indebido de honorarios conocido como caseros de oro, operó para que los concejales reviertan su postura y se apruebe la ejecución presupuestaria de la intendenta. Fue así que el día de la sesión los concejales que en principio anunciaron su rechazo se ausentaron y no dieron cuórum, por lo que el balance tuvo sanción ficta.