Lo que se consume puede empeorar o mejorar la calidad de vida. Los alimentos pueden ser o anti o proinflamatorios, por los compuestos o principios activos presentes sin importar el género, explica la licenciada en Nutrición Humana y especialista en Salud Pública y Administración Hospitalaria, Doris Villalba.
Resalta que, en el caso del azúcar, ocasiona lo denominado glicación, que causa agresión a las células y el cuerpo reacciona con un mecanismo de defensa que produce inflamación. Las grasas trans y los aceites vegetales se oxidan fácilmente creando radicales libres que dañan la célula.
Es por ello que recomendó llevar a cabo una dieta antiinflamatoria con alimentos naturales para el mejor funcionamiento del cuerpo y la calidad de vida.
La nutricionista mencionó que la alimentación antiinflamatoria es vital para combatir la obesidad y enfermedades como el cáncer y las que afecten la memoria.
“Es recomendable para todo aquel que quiere potenciar sus defensas, mejorar su calidad de vida y aumentar su vitalidad. Pero es más recomendada para personas con enfermedades crónicas no transmisibles como obesidad, personas con antecedentes de cáncer o en tratamiento”, manifestó.
Destacó que la dieta debe ser completa, variada, saludable y sostenible, un estilo de vida más activo. Además, se debe tener una mejor y mayor gestión de las emociones y las horas necesarias de descanso. “Garantizan que podamos vivir y no solamente sobrevivir”, aseguró la profesional.
Añadió que cuando la inflamación no es aguda y se mantiene en el tiempo favorece la aparición de enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, alzhéimer y envejecimiento, entre otras consecuencias.
Mencionó que la inflamación es un mecanismo natural de defensa y sanación del cuerpo. “Cuando un agente invasor apeligra nuestra salud, inicia tal estado para luchar contra el agresor y eliminar la amenaza. Este circuito finaliza con la activación de procesos antiinflamatorios que revierten la situación, reconstruyen y vuelven a nuestro cuerpo al estado previo. Esta sería una situación de inflamación aguda (instalación inmediata y de corta duración)”, explicó Villalba.
NATURAL. Asimismo, sostuvo que se debe evitar el consumo de alimentos envasados. “La clave es que nuestra alimentación sea variada, lo más natural posible (lo menos procesados o industrializados posibles). Se deben eliminar o reducir al mínimo los alimentos procesados y ultraprocesados y ello traerá un impacto positivo en la salud, bienestar y nivel de energía; es decir, en nuestra calidad de vida”, refirió la especialista.
Entre los beneficios citó que la persona tiene menos riesgo de sufrir enfermedades crónicas, menor riesgo de fallecimiento prematuro y más energía para su rendimiento diario y laboral.
La recomendación es consumir diariamente verduras crudas y cocidas, en el almuerzo y en la cena, así como 3 frutas de estación, porque tienen vitaminas y fibra. Además, se debe disminuir la ingesta de grasas y frituras.
Alimentación en días de frío
Generalmente, con la entrada del frente de días fríos se tiende a cambiar los hábitos alimenticios, es por ello que desde el Departamento de Tratamiento Multidisciplinario de la Obesidad del Hospital de Clínicas, la nutricionista Lic. Rocío Argüello lanzó algunos consejos sobre todo para aquellos pacientes con afecciones respiratorias, tan frecuentes en esta época.
“Carbohidratos como harinas integrales, granos enteros y legumbres; en cuanto a proteínas, sobre todo si hay fiebre aumentan los requerimientos de proteínas como carnes magras, huevos, queso, leche, pescados, sobre todo los pescados de mar por su alto nivel de omega 3 que son antiinflamatorios, y las grasas saludables como el aceite de oliva, aguacate”, indicó.
En cuanto a las vitaminas y minerales son las frutas y verduras las que contienen mayor cantidad de vitaminas del complejo C, muy importantes para levantar la inmunidad, así como la vitamina D, una dieta rica en frutas.