El documento se ha convertido a la vista de todos en la puerta de entrada al planillerismo y en un esquema que se repite bastante en el citado cuerpo legislativo.
El diputado cartista se había comprometido en dos oportunidades, el año pasado, en que pondría fin al cuestionado y polémico formulario.
La primera vez fue hace cuatro meses, en setiembre, y volvió a repetir en noviembre, a sabiendas de que la Cámara de Diputados está marcada por el nepotismo, así como casos de planillerismo, desde que inició el periodo parlamentario 2023-2028, y además son casi nulas las acciones para reparar esta situación.
Aún así, la práctica está vigente y el permiso para trabajar fuera del recinto aún está legalizado y es objeto de abusos muchas veces por parte del personal, en especial del apadrinado por algún legislador o alto funcionario, a costa de la mayoría que está obligada a asistir diariamente.
Se llegó finalmente al receso parlamentario sin que Latorre, pese a los incontables casos documentados o no de planillerismo en su recinto, haya procedido a cumplir con eliminar el formulario.
Así, se deja latente la posibilidad de que surjan más casos de planillerismo, ya que este permiso especial está vigente y lo expide la Dirección de Gestión del Personal.
El anuncio no pasó de eso pese a que se necesita solo de una acción administrativa hasta que a fines de noviembre saltó otro caso de planillerismo y se trataba de nada menos que una funcionaria llamada Blanca Rosa Fernández, pariente cercana de un ministro del Ejecutivo.
En esa ocasión, la prima del titular del Ministerio de la Vivienda, Juan Carlos Baruja, había sido pillada in fraganti atendiendo en un local comercial pese a que debía estar en la Cámara de Diputados, donde estaba contratada como asistente.
Tras este caso, y en vista de que el esquema era sistemático y caía mal de la ciudadanía, el pedido de cortar por lo sano provino de la disidencia colorada y de la oposición. Latorre acusó recibo y anunció una medida administrativa al respecto, la cual se dilata hasta hoy en día.
Este se había puesto como plazo máximo para tomar medidas hasta el 15 de este mes, que se cumple justamente este miércoles, y coincide con la primera sesión de la Comisión Permanente.
“He solicitado a Recursos Humanos, primero, la eliminación del Formulario F-04 y en segundo lugar, una revisión completa, integral de nuestro reglamento interno”, había alegado el cartista.
Si al final recula, daría pie a la sospecha de que el cartismo se arrepintió, sector que tiene a la mayoría de los funcionarios a su servicio, y estarían entre los que hacen uso y abuso del fomrulario en cuestión.
De hecho, una de las operadoras de este sector, la funcionaria Vanessa Vázquez ha expuesto en varias oportunidades tener la venia de realizar tareas fuera de la Cámara, por vía del formulario de comisión de servicios que le firman.
La funcionaria Blanca Fernández, que se benefició con firmar planillas, estaba a las órdenes del diputado Héctor Bocha Figueredo.
avivada. La herramienta que está al servicio de los avivados y sus cómplices representaría una estafa a una institución estatal en el caso de que actúen de mala fe con el comisionamiento de servicios.