El ministro de Defensa, Óscar González, y el director de la Dimabel, general Melanio Servín, brindaron los detalles del hecho ayer.
Se trata de pistolas y revólveres de diferentes calibres, además de rifles, escopetas y una gran cantidad de municiones que fueron expuestos ayer por las autoridades intervinientes.
El general Melanio Servín refirió que los controles administrativos a las casas comerciales, comenzaron a partir de trabajos de monitoreo por parte de la Dimabel.
“Tres de ellas estuvieron anteriormente vinculadas a la Dimabel cuando el control era manual”, indicó el general, las cuales ya no cuentan con habilitaciones vigentes.
“Hubo una migración en línea en el 2022 y en esa transición, no renovaron sus registros, por lo menos hay una presunción de violación a la ley de todas esas casas. Tienen que tener su licencia al día”, detalló.
Por otra parte, indicó que dos locales de Caazapá contaban con registros al día, pero que no disponían de la trazabilidad de las actividades que desarrollan.
Según el jefe de la Dimabel, el valor de lo decomisado ronda los G. 4.000 millones.
“Pero bien, sabemos que esto al traspasar al mercado negro de los grupos criminales, uno pierde ese precio en esas actividades”, apuntó.
Soborno. Servín también mencionó que tuvieron ofrecimientos de coima para no realizar los procedimientos y que dicha situación ya venía dándose desde el año pasado y que paulatinamente fue mermando, hasta que de nuevo se repitió con los procedimientos actuales.
“En ese sentido, la postura del señor comandante en jefe y de los superiores es firme, producto de ello es que tenemos estos resultados. Entonces, la intención y el espíritu de los superiores y de la ley es transparentar la institución y, por sobre todo, tener el control de los materiales, en este caso, armas y municiones en la República del Paraguay”.
Al respecto, confirmó que la Dimabel no está en contra de la comercialización legal de los materiales, por lo que asegura que estos procedimientos permiten que los comerciantes trabajen en las mejores condiciones, ya que de una u otra manera constituye una competencia desleal.
El titular del Ministerio de Defensa, por su parte, recalcó que esta operación responde con la línea del Gobierno, que promueve la lucha contra el tráfico de armas.
En octubre del 2024, la Dimabel informó que con compras simuladas, uniformados ayudaron a que la mafia moviera unos G. 5.000 millones. Al menos, 100 armas pasaron al mercado negro en el Brasil, al servicio del crimen organizado. En el esquema se identificó a 100 uniformados y a la casa comercial Gunner. Unos 55 policías y 46 militares aparecen en la lista de investigados por prestarse a este esquema de armatráfico. Los uniformados identificados por el Sistema Integrado de la Dimabel (SID) figuraban como compradores de armas y para completar el modus operandi, denunciaban las armas como “extraviadas”.
