El pasado martes, Nelson Mendoza, nuevo titular de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), brindó una conferencia de prensa en Mburuvicha Róga donde informó que el ente necesita de una ampliación presupuestaria para la compra de un radar primario para el aeropuerto Silvio Pettirossi.
Sin embargo, lo que Mendoza no anunció fue que la Dinac ya adquirió un radar primario y secundario en el 2021 por el que pagó alrededor de G. 49.997 millones (USD 7,2 millones al cambio de ese momento) y que no funciona. Esto, según un informe publicado por la Contraloría General de la República (CGR) en junio del 2022.
Édgar Beto Melgarejo, ex titular de la Dinac, y su sucesor Félix Kanazawa avalaron la compra de estos equipos.
Contexto. En diciembre del 2017, la Dinac adjudicó a la empresa Omni SA para la compra de un radar que debía instalarse en el aeropuerto de Concepción. El contrato fue firmado durante la administración de Luis Aguirre y se estableció un periodo de entrega de 180 días (vencía en marzo del 2018).

Durante la administración de Édgar Beto Melgarejo (asumió en agosto del 2018) se iniciaron los pagos y se extendió el plazo de entrega hasta abril del 2019 de mutuo acuerdo entre la Dinac y Omni SA. El monto total del contrato se terminó de pagar en mayo del 2020, a pesar de que el radar seguía sin ser entregado.
Recién en agosto del 2021 (casi 4 años después del contrato original) la firma entregó el dispositivo. Inmediatamente después, la Dinac dona el aparato a las Fuerzas Aéreas Paraguayas (FAP).
En el informe de la Contraloría, se informa que el proveedor (Omni SA) no realizó la prueba del funcionamiento en el sitio del radar. Lo que representa una grave irregularidad ya que esta “Prueba de Aceptación del Terreno” formaba parte del contrato y debía asegurar que todo funcione correctamente en el sitio donde iba a operar. A pesar de ello, la Dinac efectivizó la totalidad de los desembolsos por los equipos.
Funcionamiento. El radar adquirido en el 2021 tenía dos funciones. El primario tiene la capacidad para detectar vuelos clandestinos o furtivos que ingresan al Chaco en un campo de casi 400 kilómetros a la redonda.
Mientras que la parte secundaria es para uso civil. Es decir, está destinado exclusivamente para entregar señales de radar de los aviones que ingresan de forma legal al país.
Lo que pretende comprar ahora la Dinac es la adquisición de radares primarios.
Conforme al dictamen jurídico, la Contraloría remitió al Ministerio Público para que inicie las investigaciones. Hasta el día de hoy, 14 meses después, no existen mayores avances.