05 jun. 2025

“Dios me dio poder”, dijo el pequeño Lucas

FELIZ. El niño se mostró contento al dejar el Hospital de Trauma tras 12 días. ANÁLISIS. El padre afirmó que se sentará a reflexionar sobre lo ocurrido.

Pulgar arriba. Lucas mostró con la mano que todo estaba bien, luego de 12 días de internación.

Pulgar arriba. Lucas mostró con la mano que todo estaba bien, luego de 12 días de internación.

“Me siento bien. Dios me dio poder; ya puedo caminar”, fueron las palabras de Lucas, el pequeño de 6 años que ayer dejó el Hospital de Trauma luego de estar internado por recibir disparos por parte de agentes policiales en una cuestionada barrera policial, en la noche del 30 de mayo último.

Vestido con una remera de su superhéroe favorito, el Hombre Araña, Lucas dejó el centro asistencial en medio de sonrisas. Se retiró caminando hasta subir al asiento trasero de un automóvil, junto a su madre.

En un lugar parecido a este estaba sentado cuando agentes policiales de la Comisaría Primera de San Lorenzo realizaron varios disparos contra el automóvil manejado por su padre, Ricardo Riquelme, quien intentó desviar una barrera policial.

En esa noche, Ricardo pedía de forma desesperada que auxilien a su hijo, mientras los uniformados querían detenerlo.

En la mañana de ayer, sus palabras siguieron siendo efusivas, pero cambiaron de la súplica al agradecimiento. “Estamos felices, Lucas está emocionado desde el día anterior. Llegó el momento que tanto esperamos. Agradecidos con todos porque le trataron desde el primer momento como su hijo”, decía el hombre poco antes de dejar el centro asistencial.

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Riquelme dijo que nunca perdió la fe en que Lucas saldría del hospital por sus propios pies, a pesar de que su estado era delicado. “Tenía fe en que mi hijo iba a salir caminando y salió caminando”, expresó.

REFLEXIÓN. El hombre fue cuestionado por realizar la maniobra para no hacer frente al control. Incluso el ministro del Interior, Euclides Acevedo, habló de irresponsabilidad al no haberse quedado para el control policial.

Sobre estos puntos, el hombre afirmó que no tiene cabeza para pensar en todo lo ocurrido, pero ahora que su hijo ya está restablecido, se sentará a reflexionar sobre lo sucedido. “Ahora no tengo cabeza, pero voy a sentarme a analizar todos los detalles. Es empezar de nuevo, voy a dar la vuelta la página”, declaró.

Por su parte, el doctor Agustín Saldívar, director del mencionado centro asistencial, afirmó que la evolución de Lucas es mérito de todo el plantel del hospital.

Destacó la fortaleza del pequeño para soportar el itinerario duro del quirófano a la sala de terapia intensiva y para poder finalmente sobreponerse.

El caso de Lucas conmocionó a gran parte de la población y volvió a poner bajo la lupa ciudadana la actuación de los policías en las barreras policiales y por los requisitos que incumplieron los agentes en el ejercicio de sus funciones.

Imputados y en prisión
El oficial Derlis Sanabria y el suboficial Juan Amarilla están detenidos en la Agrupación Especializada.
Los dos son sindicados por el Ministerio Público como los agentes que dispararon contra el auto en que iba el niño, que recibió tres impactos de bala en su pequeño cuerpo.
La fiscala Ana Girala los imputó por tentativa de homicidio, omisión de auxilio y lesión corporal en el ejercicio de funciones públicas.
Desde la Comandancia de la Policía dieron a conocer que la institución contrató los servicios del abogado Rolando Alum para representarlos ante la Justicia.
También los uniformados reciben apoyo sicológico e integral, según manifestaron las autoridades en una conferencia de prensa.