“Cogieron una moda terrible (...) parecía que daba estatus (decir) ‘yo tengo un hijo que se fue para Perú, mi hermano se fue para Colombia’, (emigrar) se convirtió en una moda”, dijo el dirigente chavista de Venezuela Diosdado Cabello durante una jornada del tercer congreso de la juventud del partido de gobierno (PSUV).
Según Cabello, quienes emigraron fueron influenciados por “un gran plan de desestabilización mental” urdido por “la derecha”, un sector al que el chavismo gobernante acusa de casi todos los males del país, al tiempo que negó que haya una “fuga de cerebros” -profesionales- porque, aseveró, “los mejores” se quedaron en Venezuela.
“Los mejores están aquí, luchando todos los días, trabajando todos los días, no rindiéndose ni un instante”, dijo.
Según el Parlamento, de mayoría opositora, cerca de 4 millones de venezolanos huyeron en los últimos años para escapar a la severa crisis económica y política que atraviesa el país, y que se refleja en escasez e hiperinflación.
El masivo desplazamiento de venezolanos provocó alertas en varios países de la región y que la Organización de Estados Americanos (OEA) creara un grupo de trabajo dedicado a estos inmigrantes, que estará dirigido por el exalcalde venezolano David Smolansky.
Con todo, el Gobierno de Maduro dijo en las últimas semanas que este flujo migratorio es “normal” y denunció presuntas campañas de xenofobia contra venezolanos en países como Colombia y Perú, cuyos gobiernos son críticos con Venezuela.
Venezuela, además, puso en marcha un plan para ayudar en el retorno a miles de venezolanos que, asegura, solicitan apoyo en las Embajadas.
Al respecto, Cabello ya había pedido el pasado lunes a los venezolanos que emigraron que regresen a su país, donde hay “un gobierno responsable”, así como trabajo y “oportunidades para todos”.
El Gobierno de Maduro mencionó que este plan, que bautizó como “retorno a la patria”, facilitó la vuelta de más de 1.000 venezolanos en las últimas semanas.