A menos de una hora de iniciada la sesión, la diputada Kattya González tomó la palabra no sin antes dar algunos zapatillazos sobre su escritorio, aludiendo a que continuaría con el “circo”. La legisladora se ofendió porque no la dejaban hablar.
González, visiblemente enervada, exigió a sus colegas que le presten atención y sea respetada. Sostuvo que estaba inscripta en primer lugar en la lista de oradores y que sin embargo la precedieron en el uso de la palabra los diputados Manuel Trinidad y Carlos Portillo, del Partido Liberal Radical Auténtico.
Trinidad pidió la palabra para anunciar su renuncia indeclinable a su suplencia como representante de la Cámara de Diputados ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM). Portillo aprovechó su turno para criticar a sus denunciantes.
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Tras esto, dieron la palabra a la diputada del Partido Encuentro Nacional (PEN). En medio de silbidos, González manifestó que existen claras señales de “hartazgo ciudadano y de que la paciencia se está terminando”.
“Nuestras actuaciones son sencillamente lamentables, desprovistas de inteligencia y de la más mínima sensibilidad ante las señales que la sociedad nos envía”, afirmó.
Alegó que en los pocos meses de periodo legislativo entendió que “transitar por el camino de la institucionalidad no funciona”. Además, expresó que se encuentra harta de la conducta de la Cámara de Diputados al no tratar todos los temas del orden del día.
“Esta Cámara está convertida en un carruaje insolente, en una olla que apesta, donde no existe voluntad política para enmendar los entuertos”, criticó.
Continuó diciendo: “En cada sesión sorprendemos con acciones grotescas que superan todo límite de vergüenza. Nos pagan para trabajar, pero en lo que lleva de este periodo legislativo notemos que no hemos concebido terminar el orden del día”.
González dijo que a partir de la fecha impondría un símbolo, señalando su zapatilla, para las denuncias que realizaría.
De la misma forma, la legisladora encuentrista calificó a los partidos políticos de “cuna de forajidos”, de “aparatos prebendaríos” y de “asociaciones ilícitas para delinquir y proteger delincuentes”.
Tampoco olvidó referirse a la presidencia de la Cámara Baja, ocupada por Miguel Cuevas, a la que criticó por no tener sentido de liderazgo.
Ante las increpaciones de González, los diputados –liderados por las bancadas coloradas y liberales– abandonaron la sesión. Sin embargo, con el micrófono encendido, la diputada continuó reprendiendo a sus colegas hasta terminar su discurso.
Posteriormente, se convocó a una sesión extraordinaria para tratar los puntos establecidos en el orden del día.