Los diputados decidieron mandar finalmente a Comisión el proyecto de ley que deroga la Ley 1335/99, del Escalafón Diplomático y Consular y establece el servicio diplomático, consular, administrativo y profesional del Ministerio de Relaciones Exteriores, tras una fuerte crítica de diputados ante el ingreso de un dictamen que no fue estudiado.
El estudio del polémico proyecto fue cuestionado por la Asociación de Diplomáticos Escalafonados del Paraguay (ADEP) y por el propio canciller nacional, Euclides Acevedo, durante el tratamiento en el Senado. Varios sectores apuntan a que se busca politizar la Cancillería e ingresar por la ventana a seguidores políticos.
El diputado colorado Derlis Hernán Maidana informó al pleno que se tenían dos dictámenes, uno de ellos enviado por la Cancillería con algunas modificaciones y el dictamen B que era por la aprobación del Senado con modificaciones; este fue ingresado a última hora y no fue socializado con los demás legisladores.
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Entre las modificaciones citadas, Maidana dijo que se valora la profesionalización del servicio exterior iniciado en 1999 y perfeccionado en el año 2007, pero añadió que hay funcionarios en el escalón más bajo que merecen que sus cuestiones sean atendidas.
Se incluyó en el dictamen ingresado que la normativa sea aplicada a partir de los 180 días de su promulgación, ya que hay aspectos financieros entre USD 2,5 y USD 3 millones para su aplicación.
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“Desde Honor Colorado nos adherimos al dictamen B, de la aprobación con modificaciones de la versión Senado”, remarcó el diputado Maidana.
Cuestionan procedimiento
La diputada de Patria Querida, Rocío Vallejo, cuestionó que el dictamen B vino de una persona que estaba presente en la Cámara Baja sin ser funcionaria ni diputada y que el propio vicecanciller se apersonó para decir que la propuesta A era la que apoyaban.
“De qué sirven audiencias públicas y pérdidas de tiempo si acá se decide en base al político de turno, en base a votos”, criticó. También había anunciado que irían por el dictamen A, porque no sabían qué decía el dictamen B.
La diputada Kattya González dijo que trabajan en vano en las comisiones cuando viene “una mano negra” enviada por un senador o senadora a hablar y entrar a sus anchas en la Cámara Baja.
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De igual manera, sostuvo que derogar la Ley 1335/99 del Servicio Diplomático, en cuya elaboración el Ministerio de Relaciones Exteriores no participó, es sumamente preocupante.
Entre otras cosas, alertó sobre un desorden jurídico y que no se pueden mezclar las funciones del personal administrativo y el diplomático.
Aliento “a los chupamedias”
La diputada afirmó que el proyecto desalienta el ingreso a la carrera diplomática y consular y abona el crecimiento de los chupamedias, la gente que solo piensa que puede ingresar a la función pública succionando el calcetín de alguien.
“Con este proyecto van a ingresar alrededor de 400 funcionarios permanentes al Ministerio a través de un concurso interno, lo que necesita alrededor de USD 2.500 anuales extra. Esto es lo que no nos cuentan”, remarcó.
La legisladora apuntó que con el proyecto se busca crear privilegios para un puñado de funcionarios que se reservan el 50% de los cargos en la Cancillería, sin tener en cuenta la preparación y competencias, solamente la afiliación partidaria.
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“Quisiera dar mi voto en contra de este proyecto, pero nos obligan a tomar una decisión. Vamos a acompañar el dictamen A, que no es una emboscada como la que hoy presentaron, vamos a votar por el dictamen que intentó arreglar para no meter por la ventana”, aseveró.
En la misma línea, la diputada Celeste Amarilla expresó que se trata de un hecho similar a una estafa el ingreso del dictamen a última hora y que se buscó cambiar un dictamen consensuado por el ministro de Relaciones Exteriores.
“Se debería instruir un sumario, volver a comisión y no volver a tratar”, sostuvo Amarilla, quien pidió que el proyecto vuelva a Comisión y logró 25 votos a favor, sobre 24 que pretendían tratar el documento.
La parlamentaria calificó de perros sabuesos que están detrás del dinero a los colorados y a algunos liberales incluso de su partido.