Por unanimidad, el pleno de la Cámara de Diputados decidió ayer aprobar con modificaciones el proyecto de ley que plantea la derogación del artículo 189 de la Ley de Presupuesto General de la Nación, que hace referencia a la adquisición de pasajes aéreos internacionales y que pretende que todos los funcionarios públicos viajen en primera clase.
La normativa fue presentada por la senadora colorada Lilian Samaniego y tuvo media sanción de la Cámara Alta sin muchos miramientos.
Sin embargo, los diputados manifestaron que existen otras prioridades que atender, antes que viajes en primera clase.
La diputada colorada Cristina Villalba hizo mención a lo que establece actualmente la ley y sostuvo que en la Comisión de Presupuesto se decidió que la misma siga tal y como está.
La norma vigente señala que los pasajes aéreos internacionales para el traslado de los funcionarios y el personal que prestan servicios en los organismos y entidades del Estado (OEE) deberán adquirirse en clase económica, con excepción de los presidentes y vicepresidentes de los poderes del Estado. Esta versión fue la aceptada por la Cámara Baja y el documento retorna al Senado para que se ratifique en su sanción inicial o acepte la versión de Diputados.
PINES
En otro momento, los diputados optaron, también por unanimidad, ratificarse en su versión inicial de derogar la ley que establece un distintivo para los miembros del Congreso Nacional.
El distintivo hace referencia a los polémicos pines de oro, que se le entrega a cada parlamentario al asumir como tal y que representa un millonario gasto innecesario a las arcas del Estado.
Cada pin cuesta más de tres millones de guaraníes y ante la indignación masiva de la ciudadanía varios legisladores habían decidido donar los broche.
El documento retorna al Senado, ya que los senadores habían establecido que en lugar de pines de oro, se entreguen pines de filigrana.
PENSIONES
La entrega indiscriminada de pensiones graciables por parte de ambas cámaras del Congreso ya llamó la atención de algunos diputados que están en su primer periodo. Ante esto, la encuentrista Kattya González solicitó un informe sobre la cantidad de beneficiarios y el costo que representa para el Estado.
Posteriormente, la liberal Esmérita Sánchez solicitó la aprobación de una pensión a un músico que resulta ser su vecino. Se opuso su correligionaria Celeste Amarilla, quien dijo se deben cuidar los criterios para entregar dicho beneficio y que bajo el título de la cultura “la mayoría son guitarreros que se pasaron la vida cantando y chupando”.