Los legisladores emitieron 153 votos afirmativos, 87 negativos y 8 abstenciones, lo que supuso una victoria para el mandatario ultraliberal, quien vetó, como parte de su política en pos del equilibrio fiscal, el aumento adicional a los jubilados que había sido aprobado por amplia mayoría.
El Parlamento no podrá insistir con el tema por al menos un año.
El proyecto de ley establecía una fórmula de actualización mensual de las jubilaciones que combinaba el índice de inflación y la variación promedio de los salarios formales, más un ajuste extraordinario del 8,1%, algo que, según el Gobierno, era un “gasto exorbitante” para el Estado y ponía en riesgo el equilibrio fiscal.
Como muestra el resultado cosechado hoy, el partido de Milei, La Libertad Avanza (ultraderecha), con apenas 37 diputados, consiguió el apoyo necesario para mantener el veto, tras reuniones de última hora con opositores “dialoguistas”, en un recinto en el que votaron 248 diputados.
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Tras el aval al veto, los militantes de izquierda, del peronismo, organizaciones sociales y sindicatos empezaron a tirar las vallas dispuestas en los alrededores del Palacio Legislativo y pusieron en tensión el operativo de seguridad implementado por el Gobierno que cubre varias manzanas alrededor.
En un escenario de crisis económica en Argentina y con una inflación interanual del 236,7% –una de las más altas del mundo–, el 65% de los 6,5 millones de jubilados del país cobra pensiones mínimas, que en agosto pasado fue unos 235 dólares (al tipo de cambio oficial actual), que sumado a refuerzos por la situación de emergencia asciende a 308 dólares.
Este ingreso, que representa un 82% del salario mínimo legal en Argentina, margina a los jubilados a la indigencia, mientras que el Gobierno anunció que ajustaría por decreto un 4% las pensiones en setiembre, algo que ocurrirá dependiendo del resultado de la sesión.
Fuente: EFE.