El diputado Billy Vaesken instó a que se considere el pedido de interpelación dado que solamente hacen uso de una herramienta constitucional, que es la de indagar y transparentar la gestión de cada institución, en este caso Incán. En este sentido, exhortó a que sus colegas del cartismo que son mayoría no trunquen la posibilidad de conocer las respuestas que podrían obtener de una interpelación a Raúl Doria, dado que existen varios cuestionamientos.
“Para esa ciudadanía, para esos pacientes que sufren, los que no tienen voz hoy nos demandan que les representemos aquí en la Cámara y por eso hacemos uso del artículo 193 de la CN que nos da la potestad constitucional de solicitarles, en este caso a la ministra de Salud Pública y del Incán, para que vengan y den explicaciones”, expresó.
Se espera que la mayoría opte por proteger a las funcionarios del gobierno de que sean indagados por los críticos a la gestión de las instituciones, pero Vaesken advirtió de que el cartismo solo daría la espalda al problema. “De no darse el pedido de interpelación, la oposición está cumpliendo porque está poniendo en debate constante este tema de la salud pública y le va obligar al Ejecutivo a dar una solución rápida. De lo contrario, la ciudadanía saldrá a la calle y demandará un servicio de salud de calidad”, expuso. Para el opositor, que es parte de una bancada de cinco integrantes, es incomprensible que sus colegas colorados no muestren empatía. Recordó que ya tuvieron la oportunidad de reponer recursos para los enfermos, pero prefirieron negarse a apoyar la suba del impuesto al tabaco.
“Lo que vemos lo que vale la vida para los que administran actualmente el Gobierno y quienes están hace 80 años de forma monocromática, es lo que cuesta una caja de cigarrillos. Ellos optaron por mantener el negocio del cigarrillo y no dar la posibilidad de dar a pacientes la oportunidad de sobrevivir más”, destacó.
Lucro en primer lugar. El ex director del Incán Marcelo Galli, invitado por la bancada liberal, descalificó la gestión de Raúl Doria, por considerar que no tiene empatía y su fuerte arraigo empresarial hace que privilegie el lucro antes que el servicio social.
“Él debe estar fuera del Incán y nunca debió pisar. El espíritu empresarial que tiene este señor no condice con el espíritu altruista. Fíjense los resultados y es un desastre”, apuntó.
Lo último que se le cuestiona es que mandó desmantelar un equipo de braquiterapia, único en el país y que cumple una función esencial en el paciente.