Por más de que hayan sido electos 23 en los comicios pasados, van por cuerdas separadas y están divididos en diferentes bancadas.
La disidencia colorada está expectante del cumplimiento de la promesa del oficialismo, que responde al cartismo, en espera de la alternancia, pero solo entre movimientos.
“Somos colorados. Trabajamos por el presidente de la República. Formamos parte y llegamos nuevamente al Senado, en ese entonces, por Fuerza Republicana, movimiento que participó en la disidencia en las internas”, refirió Lilian Samaniego.
“Lógicamente, al ser colorados, vamos a llegar a una conversación, pero nos mantenemos en nuestra identidad de disidentes porque eso somos dentro del partido”, sostuvo, ante consultas sobre la próxima mesa directiva.
“Tengo entendido que en la primera quincena de junio ya se está habilitado para llevar adelante la sesión”, indicó.
“Cuando hicimos el acuerdo con el presidente de la República y el vicepresidente, en la casa del senador Juan Afara, a las 18:00, se comprometieron para que en este periodo nos corresponda a nosotros”, sostuvo.
“Ese fue el compromiso que hizo el presidente de la República con el vicepresidente de testigo, que es el nexo del Parlamento]”, manifestó, en alusión a Santiago Peña y Pedro Alliana.
“Nunca hablamos con el senador Ovelar para darle nuestro voto. El compromiso lo hizo el presidente de la República con el vicepresidente, y pueden preguntarle al senador Ovelar”, alegó sobre las negociaciones pasadas.
El líder de la bancada cartista en el Senado, Basilio Núñez, es el que tendría más chance para presidir el Congreso, de acuerdo a lo que señaló el actual titular, Silvio Ovelar. Sin embargo, Bachi optó por lanzar un guiño a la disidencia colorada, alegando que están abiertos a dialogar con todos los colorados. “Nos vamos a apresurar de hablar con los colegas de las diferentes bancadas, previo a la Convención, para tratar de armar un bloque colorado”, alegó el parlamentario. “Y si hay compromisos, hay que cumplirlos. Yo no estuve en ese compromiso”, indicó, cuando se le consultó sobre el acuerdo para que un disidente presida el Congreso a partir de julio próximo. Dijo que quería construir con todas las bancadas, citando a Lilian Samaniego, Mario Varela y Oscar Salomón, a quienes se refirió como sus “correligionarios”. “Tenemos la capacidad de sentarnos, a hablar. Por pensar diferente, no le echamos a ningún colorado; por traicionar, sí”, sentenció. “Yo no estoy apresurado, es más, si yo soy el candidato, dejo mi candidatura”, acotó en torno a la puja por el Congreso.