“Este programa está presentado como se creó originalmente. Puede contener representaciones culturales anticuadas”, reza el mensaje que acompaña la descripción de títulos como Dumbo (1941), Peter Pan (1953) o El libro de la selva (1967).
El aviso aparece también en otros clásicos de la casa como La dama y el vagabundo (1955) y Los aristogatos (1970), todos criticados a lo largo de los años por contenidos considerados racistas.
En Dumbo, por ejemplo, una escena incluye a un grupo de cuervos usando estereotipos para representar a afroamericanos y que están liderados por un personaje bautizado como Jim Crow, un término despectivo utilizado antiguamente para insultar a hombres negros en Estados Unidos.
Un problema parecido se da en El libro de la selva, mientras que Peter Pan ha sido atacada por la forma en la que presenta a los nativos americanos y Los aristogatos por sus estereotipos sobre los asiáticos con los gatos siameses que aparecen en la película.
Las advertencias, en general, parecen acompañar a una mayoría de los títulos antiguos del gigante del entretenimiento, cuyo fundador, Walt Disney, ha sido acusado por numerosas voces de racista y misógino.
La fórmula elegida por Disney en su nueva plataforma de streaming –optando por no editar las películas y advertir sobre su contenido– ha sido alabada por algunos expertos, pero también criticada por otros que la consideran demasiado tibia.
Otros estudios clásicos como Warner Brothers ya habían llevado a cabo ejercicios parecidos, pero con un lenguaje más directo en el que se avisaba de que ciertos dibujos animados son un “producto de su tiempo” e incluyen “prejuicios étnicos y raciales” que entonces eran comunes y que son equivocados.
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Disney, mientras tanto, mantiene fuera de su nueva apuesta la que está considerada como la película más problemática de todo su catálogo, Canción del sur (1946), una cinta que lleva décadas sin comercializarse por los estereotipos con los que presenta a los afroamericanos y por dar una impresión idílica de la relación entre los esclavos y sus dueños.
La plataforma Disney+, el proyecto de la empresa para competir con Netflix y tras firmas, se lanzó oficialmente este martes en Estados Unidos y en tan solo un día consiguió superar los diez millones de usuarios.
Entre ellos, no parecen contentos los seguidores de The Simpsons, que se han lanzado a las redes sociales para protestar por la decisión de Disney de ofrecer la serie de dibujos animados en formato panorámico.
Esa medida obliga a estirar la imagen con respecto al aspecto original de 4:3 con el que se crearon los episodios durante casi veinte temporadas y en algunos casos mutila chistes gráficos que quedan cortados de la pantalla.