En una jornada de manifestaciones, resultaron heridas 167 personas, mientras que la cifra de detenidos ascendió a 308. Entre los disturbios, 41 de las casi 140 estaciones del Metro de Santiago y 16 autobuses urbanos fueron quemados o siniestrados, según el primer balance realizado por las autoridades.
Esta madrugada el presidente de Chile, Sebastián Piñera, decretó el estado de emergencia en Santiago, dejando el mando de las zonas afectadas al Ejército para tratar de controlar la situación.
El general de división Javier Iturriaga del Campo, nombrado por el presidente jefe de la Defensa Nacional para enfrentar esta situación, dijo este sábado a la prensa que la ciudad ha amanecido tranquila y que desde las “2.00 o 3.00 de la madrugada” solo se produjeron algunos desmanes aislados.
“Tenemos mucha tarea por hacer. No estamos tranquilos. Tenemos que intentar que el lunes todo el mundo pueda volver al trabajo y hacer su vida normal”, dijo Iturriaga.
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El estado de emergencia, que implica una restricción a la libertad de locomoción y reunión por un plazo 15 días, rige para la provincia de Santiago –que alberga la mayor parte de las comunas de la Región Metropolitana–, la provincia Chacabuco y las comunas de Puente Alto y San Bernardo, sectores todos pertenecientes a la RM.
Iturriaga detalló que ha desplegado a 500 militares para controlar 16 ejes principales de la ciudad y patrullar para evitar que se produzcan altercados.
Además, indicó que hay más efectivos acuartelados y preparados para sumarse a las tareas de control y contención si fuese necesario.
“El trabajo principal que hacemos es de trabajo preventivo, cuidar a la ciudadanía, que pueda ejercer sus derechos y cuando haya violentistas que lo impidan, ahí tenemos que actuar”, comentó el general de división.
Por otro lado, equipos de limpieza de diversas municipalidades de Santiago realizan desde primera hora de la mañana labores de aseo de las calles, para retirar escombros y desperfectos causados por las manifestaciones violentas de este viernes.
Desde el pasado lunes, cientos de personas, en especial estudiantes de secundaria y universitarios, han llevado a cabo medidas de protesta por el alza de 30 pesos en el precio de los billetes del metro decretado hace dos semanas, hasta los 830 pesos actuales (unos 1,2 dólares) en hora punta.
La radicalización de las protestas derivó este viernes en una jornada de graves desórdenes, con incendios en varios puntos de la ciudad, saqueos y actos vandálicos que sumieron a la capital en el caos.
Además del estado de emergencia, el Gobierno invocó la ley de seguridad del Estado, una legislación que regula los delitos contra la seguridad interior del país y que endurece las penas.
El Metro de Santiago, una empresa privada en cuya propiedad participa el Estado chileno, cerró, en principio hasta este próximo lunes, toda las líneas del suburbano.
El precio del boleto del metro lo fija el llamado Panel de Expertos con base en varios indicadores, como la inflación, el costo de los suministros para su operación y el tipo cambio, entre otros, y es aprobado por el Ministerio de Transportes.